(EP/InfoCatólica) «En esta semana pasada ha habido otros hechos, decretos y acciones, también muy graves, que dejan o han dejado la puerta a la destrucción de la unidad de España, violando, me atrevo a decir, algo muy grave», avisa el cardenal en un artículo de opinión en La Razón, recogido por Europa Press.
Bajo el título 'Puntualizaciones a cosas que se dicen', el cardenal aseguró que «la Constitución no es un dogma de fe», tal y como dijo el portavoz de los obispos la semana pasada y repitió después el presidente del Gobierno, pero puntualiza que «sí que es criterio y pauta obligatoria a secundar y obedecer adecuadamente». Lo cierto es que esa Constitución permite precisamente los indultos.
«¿Dónde nos conduce no respetar la Ley justa? ¿Podemos vivir de espaldas a la Ley que garantiza el bien común y la democracia?», se pregunta el cardenal, al tiempo que insta a «repensar mucho las cosas» por «el bien común».
A su juicio, «es de justicia» que «la unidad de todos los pueblos de España y el respeto a cada uno de ellos» sea «cosa de todos». Por ello, sugiere que «cualquier solución que se arbitre a una de las partes, sea la que sea, ha de tenerse en cuenta a todos». «Esto es un aval más en favor de la unidad», subraya.
En este sentido, el purpurado dice que no se puede olvidar lo que la Conferencia Episcopal ha enseñado sobre estos temas. «Y que yo sepa, todavía sigue en pie como doctrina social del episcopado español en comunión con la Iglesia universal», matiza, añadiendo que «la Iglesia no actúa como la yenka, sino en continuidad de Tradición».
Rechazo a la ley de eutanasia
Por otro lado, el cardenal muestra su «preocupación» por la reciente entrada en vigor de la ley de eutanasia, la cual tacha de «inicua, criminal, antivida, antihumana y antisocial».
Además, denuncia que ha sido «impuesta dictatorialmente, sin consultas previas obligatorias» y acusa a quienes la han aprobado de ser una «exigua mayoría parlamentaria, que tan mezquina, ignominiosa, irresponsable y vergonzosamente aplaudieron, el día de su aprobación». A su juicio, el Parlamento español «se vio prostituido, engañado o traicionado».
En este sentido, y ligando el tema con los indultos, el cardenal Cañizares dice que no hay «perdón» ni indulto« para el Gobierno de Sánchez por aprobar esta ley, a no ser que se arrepientan y la abolan.
»¿Hay perdón e indulto para el Gobierno y estos legisladores que la propugnaron o aprobaron? Por mi parte sí, pero han de reconocer el daño y pedir perdón y abolirla: si no hay reconocimiento de la culpa, del daño, no hay perdón. Si no retiran y ellos mismos dan por abolida esta ley perversa, no hay perdón», zanja.