(ACIPrensa/InfoCatólica) Abraham Tagit Sorang es un joven de 24 años de edad proviene de Arunachal Pradesh en la India y ha cumplido uno de sus sueños que era escalar el monte Everest.
Es el segundo habitante de India en completar esta hazaña. Ha celebrado su expedición en las redes sociales y en su fotografía se puede apreciar que ha colocado en la cima de la montaña una imagen de la Virgen María y un rosario.
Él es devoto de la Virgen María y culminó su viaje el 31 de mayo, siempre llevó consigo una pequeña estatuilla de la Virgen y esta fue su manera de agradecerle por su intercesión.
Abraham tiene vida activa en su parroquia, pertenece a la tribu Nyishi, en India, casi en la frontera con la región autónoma china del Tíbet. India es uno de los países donde los grupos cristianos representan una minoría de la población.
A pesar de provenir de una familia muy humilde y pobre, asistió a la escuela y a la universidad. Ellos eran bautistas, pero los colegios donde se educó eran colegios claretianos católicos.
«Yo asistí al colegio claretiano desde el preescolar y sentí un fuerte llamado a ser católico. En el año 2000 me uní a la Iglesia Católica», expresó en una entrevista concedida a Asia News.
«Desde que murió mi madre en 2003, la Virgen se ha convertido en mi mamá. Siempre llevo conmigo el rosario y una imagen de la Virgen en cada expedición».
Viviendo en Itanagar, perteneció al grupo juvenil de los salesianos de la parroquia de Santa María, donde sirvió como monaguillo, secretario del grupo juvenil y del área de educación de la AAPCA. Ha servido en la Iglesia de distintas maneras.
Escalar el monte Everest siempre fue su sueño, practicaba alpinismo desde el 2013 y desde entonces ha realizado varias expediciones.
Para Abraham la expedición resultó un reto físico y económico:
«Fueron necesarios cuatro años de preparación. Y en determinado momento las dificultades económicas hicieron que la meta fuera casi imposible».
«Tengo que agradecer a la Asociación Católica de Arunachal Pradesh, sin la cual esta aventura ni siquiera habría comenzado […]. Me sentí apoyado por mucha gente de este Estado y por la intercesión de la Virgen María».
La agencia salesiana declaró:
«Sorang Abraham sabía que otro viaje sería imposible para él. Y empezó a rezar, rezó el Rosario y leyó la Biblia pidiendo al Señor que le diera buen tiempo. El 29 de mayo el clima mejoró y el 30 de mayo comenzaron el ascenso a la cumbre.
Llegaron a las 8:45 a.m. del día siguiente, fiesta de la Visitación de María. Allí, de pie en la cima del mundo, Sorang Abraham dio gracias a Dios prometiendo entregar su vida al Señor.
Abraham está feliz de haber realizado su sueño, hoy dice ser consciente de que la montaña más difícil de escalar es la de la santidad, a la que pretende llegar a través de su servicio en la Iglesia».
El Obispo de Itaganar, monseñor John Thomas, también expresó su alegría por la hazaña del joven:
«Él no se dejó confinar en su remota aldea. Trabajó duro para superarse hasta que llegó al Everest. Que sea una inspiración para los jóvenes de Arunachal Pradesh, que viven una situación difícil, para que se esfuercen para alcanzar las cimas más altas de su camino».