(ACIPrensa/InfoCatólica) El pasado viernes el Papa Francisco recibió de parte del cardenal Baltazar Porras, quien es arzobispo de la ciudad de Mérida y Administrador Apostólico de Caracas (Venezuela), una reliquia del Beato José Gregorio Hernández.
El pueblo venezolano se encuentra deseoso de poder llevar a cabo la veneración del beato José Gregorio Hernández en la iglesia, la entrega de este relicario ha sido con la finalidad de animar a la Iglesia continuar estudiando el siguiente paso que sería la santificación.
El relicario fue diseñado en representación del beato, tiene forma de microscopio, ya que era un médico y lleva encima un sombrero, representativo de su vestimenta habitual.
«Gracias a Dios fue una hora muy fraterna y reconfortante con el Papa Francisco, con las bendiciones para todos nosotros los venezolanos. Estoy muy contento”, comentó el cardenal.
Falta la aprobación de un nuevo milagro para la canonización del «médico de los pobres».
José Gregorio Hernández nació en 1864 en Venezuela. A los siete años pierde a su madre. Estudió medicina y gracias a sus méritos estudiantiles el presidente venezolano de esa época, lo envió a París a estudiar microscopía, histología normal, patología y fisiología experimental.
A su regreso a Venezuela ingresó al Seminario Santa Rosa de Lima. Más tarde fue a Roma a continuar estudiando teología. En las dos oportunidades que estuvo fuera de Venezuela su salud decayó y eso lo hizo regresar.
Decidió servir a los pobres y dedicaba dos horas diarias a servir a los que no tenían cómo pagar un médico.
Falleció a los 55 años de edad a causa de los traumatismos recibidos por un vehículo que lo atropelló. En Venezuela muchos decían que había muerto un santo.
El 30 de abril de 2021 fue proclamado beato. Muchos anhelan su canonización.