(Efe/InfoCatólica) Anna Vanbellinghen, que compartiría categoría con Hubbard, asegura que «apoyo completamente a la comunidad transgénero y lo que voy a decir no proviene de una rechazo a la identidad de esta deportista».
La deportista belga considera que «soy consciente de que definir un marco legal para la participación de personas trans en el deporte es muy difícil, ya que hay una variedad infinita de situaciones, y que llegar a una solución totalmente satisfactoria, desde ambos lados del debate, probablemente sea imposible».
Vanbellinghen constata lo evidente: «Cualquiera que haya entrenado en halterofilia sabe que esta situación en particular es injusta para el deporte y para los deportistas. La belga recuerda que Hubbard inicio su cambio de género a los 35 años y ahora tiene 43.
Hay que recordar que, según las reglas del COI, los deportistas que hacen la transición de hombre a mujer pueden competir en categoría femenina sin necesidad de cirugía para extirpar sus testículos, siempre que su nivel total de testosterona se mantenga por debajo de 10 nanomoles por litro durante al menos 12 meses, una regla que asumió también la Federación Internacional de halterofilia.
Sin embargo, varios artículos científicos han demostrado que las personas que han pasado por la pubertad masculina conservan ventajas significativas en cuanto a poder y fuerza incluso después de tomar medicamentos para suprimir sus niveles de testosterona.