(ACIPrensa/InfoCatólica) En Nigeria los cristianos se ven frecuentemente sometidos a mucha persecución religiosa, a pesar de que África es el continente con el mayor aumento de cristianos en el último año esta labor no ha sido sencilla, los constantes secuestros y asesinatos por motivos religiosos los mantienen a todos en estado de emergencia tanto como la pandemia.
Monseñor Matthew Hassan Kukah, obispo de la ciudad de Sokoto, está luchando para que se logre la liberación de un sacerdote de su diócesis que lleva siete días secuestrado. Se trata del padre Joseph Keke de 75 años de edad. Puede leer la noticia aquí.
En la ciudad de Camerún sucede los mismo con otro grupo de sacerdotes que esperan la liberación de su hermano quien fue secuestrado durante la semana pasada.
En Sokoto se ha designado a una persona para que pueda servir como negociador, sin embargo, no cuenta con más que la ayuda de la oración.
El 20 de mayo fue abandonado en las tierras de cultivo de la parroquia donde se realizó el secuestro el cuerpo sin vida del padre Alphonsus Bello de 33 años de edad, quien había sido raptado en el mismo acto violento.
Dijo monseñor Kulah en una declaración del día 26 de mayo: «Tenemos a una de nuestras personas negociando con ellos, pero es una experiencia dolorosa, a menudo traumática, debido a las formas inhumanas en que hablan y las amenazas que hacen. Nuestra única arma es la oración.
La muerte del P. Bello es parte de las pérdidas sin sentido e interminables que se han apoderado de nuestra nación. Todos estamos literalmente bajo la espada en Nigeria, un país que está siendo consumido por una horda bárbara de la humanidad».
Negociar con los secuestradores fue una de las experiencias más dolorosas. Como le dirán las agencias de seguridad, estos hombres son simples criminales, que a menudo trabajan con los lugareños en las comunidades que sirven como informantes. Simplemente identifican objetivos blandos y su principal motivación es el dinero».
Los secuestradores siguen pidiendo dinero a cambio de la liberación del sacerdote, pero esto no es posible, la Iglesia ha aclarado que no pagará dinero a secuestradores.
En Camerún, el Canciller de la Diócesis de Mamfe, el padre Sebastine Sinju, ofreció una misa el 28 de mayo pidiendo por la liberación de su hermano secuestrado.
Durante la invitación a la misa explicó: «El padre Eboka dejó la ciudad de Mamfe para una breve caminata pastoral, en el marco de Pentecostés, a algunas Estaciones Misionales de la Parroquia de la Catedral el viernes 21 de mayo.
Más tarde nos llegaron informes de que fue tomado como rehén el 22 de mayo por algún combatiente separatista.
A pesar de todos los llamados y esfuerzos para asegurar su liberación, el padre no ha sido puesto en libertad y sigue incomunicado.
Estamos orando y trabajando para asegurar su liberación, junto con su transportista».
Los responsables de tanta violencia son un grupo de separatistas que operan desde 2016 luego de una protesta que terminó de manera violenta entre un grupo de abogados y maestros. Los separatistas aún reclaman la independencia de la república de Ambazonia.
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