(Asia News) En diálogo con AsiaNews, el padre Purushottam Nayak, sacerdote de la diócesis de Cuttack-Bhubaneswar, explica lo sucedido:
«El 16 de mayo, unas 150 personas armadas demolieron una iglesia en construcción en el pueblo de Bodoguda, en el distrito de Koraput. En el pueblo hay 12 familias tribales cristianas que conviven con 60 familias hindúes y son víctimas de la ira, los celos y la venganza; sólo por su fe».
Debo Bhoi, un miembro de la comunidad cristiana local, junto con los pastores Ayub Khora, Jitendra Khosla y Sudhakar Khosla, presentaron una denuncia en la comisaría de Koraput exigiendo el pago de una indemnización. La persecución contra los cristianos ya dura cuatro años, pero las investigaciones sobre estas denuncias son meramente formales porque las autoridades son hindúes. Todo colabora para alentar nuevos episodios, ya que no se toman medidas contra los autores de los atentados contra los cristianos.
Sajan K George, el presidente del Global Council of Indian Christians (GCIC), declaró a AsiaNews:
«Este nuevo ataque contra los cristianos en el pueblo de Bodoguda no es un hecho espontáneo. La multitud estaba armada. El año pasado ocho cristianos, entre ellos un anciano, fueron brutalmente atacados por un grupo de extremistas hindúes. El 21 de julio de 2020 irrumpieron en la casa de Chachiri Muduli, de 75 años, que alojaba a siete cristianos cuyas casas habían sido destruidas por los mismos fanáticos. No sólo los golpearon sin piedad; también devastaron el edificio».
«El Global Council of Indian Christians condena enérgicamente la violencia y la intimidación en este pueblo», continúa Sajan K George. Tras el incidente anterior, los cristianos incluso presentaron una denuncia en la policía: no sólo no se actuó contra los autores, sino que además se amenazó a los cristianos que habían presentado la denuncia. Este fracaso no hace más que envalentonar a los extremistas, ya que ganan espacio político para sus ataques contra las minorías cristianas vulnerables. Además de ser una cuestión de orden público, es un problema grave que afecta la libertad religiosa.