(Katolische/InfoCatólica) Según este obispo, la aceptación de la diversidad -es decir, que cada cual crea lo que estime oportuno- no es una tarea fácil y podría convertirse en una prueba de fuego. En el proceso de reforma en curso de la Iglesia católica en Alemania, la ya tristemente famosa Asamblea Sinodal, no ve, al menos por el momento, cómo puden cumplirse las diferentes expectativas. «No estamos tan acostumbrados a las diferencias de opinión en la Iglesia, y por eso también estamos demasiado a menudo determinados por el miedo a la división», dijo Mons.Bode.
En eso coinciden con la vicepresidenta del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK), Karin Kortmann, quien declaró al mismo periódico: «Nadie quiere un modelo especial alemán, todos se aferran a la unidad con la comunidad [católica] mundial», pero la Iglesia también debe permitir la diversidad. Las expectativas son gigantescas, «porque no ha habido cambios significativos en la Iglesia católica durante décadas». Para muchos es crucial el tratamiento de las mujeres y de las relaciones entre personas del mismo sexo. Las ceremonias de bendición de parejas homosexuales celebradas en varias iglesias de Alemania a principios de mayo demostraron que la gente se tomaba la justicia por su mano, dijo Kortmann.
El obispo Bode reiteró su llamamiento a discutir una bendición para los homosexuales. «El rechazo romano a la bendición de las parejas del mismo sexo no fue, en efecto, una respuesta sinodal y más bien ha alimentado la discusión en lugar de terminarla». La cuestión central a la que hay que dar respuesta, dijo, es cómo aborda la Iglesia la coexistencia de hombres y mujeres.
¿De qué unidad hablan?
Ni el obispo no la seglar explican cómo es posible que puedan profesar una misma fe y pertenecer a una misma Iglesia aquellos que tienen diferencias fundamentales sobre cuestiones esenciales en materia doctrinal y moral,