(Asia News/InfoCatólica) El Patriacar constata que «la guerra entre Israel y Hamas no es nada nuevo, lamentablemente, y no hará que termine nada, sino que solo traerá más escombros y muertes». Lo que es una novedad son las «tensiones y los desórdenes internos» dentro del propio Israel, que son la «señal de un profundo malestar» que se estaba gestando desde hace tiempo y ahora está saliendo a la superficie.
El lenguaje y los discursos marcados por la «violencia» de algunos «partidos de derecha» fueron «la chispa que finalmente encendió la mecha» del conflicto, alimentado por una «mezcla que ya era explosiva».
«La guerra de estos días en Gaza es como las otras guerras del pasado, y habrá más en el futuro si no se afrontan los problemas de raíz», advierte el Patriarca Pizzaballa. «Entre ellos - continúa - está la cuestión del pueblo palestino» que debe ir acompañada de un «diálogo respetuoso entre las partes» que hasta ahora no se ha dado. Además, los gobiernos que se han alternado al frente del Estado de Israel en los últimos años «no han aportado nada» en el sentido de la paz, el diálogo y la distensión entre las partes. Por el contrario, el primer ministro interino Benjamin Netanyahu parece salir fortalecido de la crisis militar cuando una nueva coalición parlamentaria estaba a punto de destituirlo de su cargo.
El Patriarca de Jerusalén de los Latinos anticipa a AsiaNews que se ha organizado una vigilia de oración - en las iglesias de Tierra Santa el sábado 22 de mayo - para pedir que cese el ruido de las armas y se escuchen las voces de la paz y el diálogo. «Los cristianos -explica- tienen la tarea de reconstruir el diálogo y fomentar el encuentro dentro de nuestras instituciones». Y a los gobiernos de Occidente y la diplomacia internacional el Patriarca les hace una última advertencia: «Necesitamos hablar con respeto y claridad, pero ya pasó el tiempo de las declaraciones genéricas. Ahora hace falta parresía, hace falta un lenguaje franco y directo, es el momento de la responsabilidad para reconstruir nuestra casa común. Hace falta - concluye - paz y justicia. También agrego otra palabra fundamental, el perdón. Pero eso todavía llevará tiempo».