(BC/InfoCatólica) Aunque las personas que crean ser homosexuales puedan recibir una bendición, sus relaciones homosexuales no pueden ser bendecidas. Así lo asegura Mons. Ipolt en una entrevista publicada en Brújula Cotidiana:
¿Qué responde a los muchos que, en estos días, cuestionan el contenido del documento de Doctrina de la Fe argumentando que la Iglesia puede bendecir motos y coches, mientras se niega a hacerlo con las parejas homosexuales?
Como Iglesia, estamos ante todo vinculados al testimonio de las Sagradas Escrituras y a la enseñanza constante de la Tradición. Las personas que se sienten homosexuales obviamente pueden ser bendecidas, pero su relación no puede serlo. Por ejemplo, siempre son bendecidos cuando asisten a la Santa Misa. Aquí, sin embargo, se trata de intentar equiparar de algún modo su unión con el matrimonio, como ya ha sucedido en muchas sociedades occidentales a través de la legislación estatal, y de bendecirlas con un rito solemne. Un deseo de relación tan vinculante es una señal de que las personas quieren responsabilizarse mutuamente. Puedo respetarlo. Pero una celebración litúrgica oficial de la Bendición indudablemente daría lugar a confusión con el matrimonio eclesiástico. Por eso, desde mi punto de vista, no puede haber una ceremonia oficial de bendición para esas parejas.
Miles de sacerdotes católicos desafían al Vaticano y también bendicen públicamente a numerosas parejas del mismo sexo. ¿Deberían ser castigados? ¿Cree que esta rebelión causará confusión entre los creyentes?
Toda la antropología cristiana se tambalea. En primer lugar, hablo en nombre de Alemania. En las últimas décadas, la Iglesia no ha entendido completamente cómo presentar y transmitir el valor y el significado de su moral sexual. En particular, es lamentable que la teología del cuerpo de San Juan Pablo II sea poco conocida en Alemania. Sí, hoy también necesitamos un nuevo lenguaje y de un nuevo perfil de nuestras posiciones éticas para orientar a las personas y salvarlas de la confusión.
La mayoría de estas protestas tuvieron lugar en el noroeste del país. ¿También hubo bendiciones en la diócesis de Görlitz?
No ha habido protestas en mi diócesis. Aquí los cristianos viven en la diáspora y, que yo sepa, no ha habido católicos homosexuales que hayan pedido una bendición.
¿Tiene miedo de un cisma en la Iglesia alemana?
Confío en que el Espíritu Santo acompañará siempre a la Iglesia y nos ayudará a encontrar una salida a algunas aporías y contradicciones, para que no lleguemos a la división sino más en profundidad a la verdad.
El camino sinodal: ¿hacia dónde va en realidad?
Esta es una buena pregunta a la que no puedo responder en este momento. Por el momento una respuesta al «¿hacia dónde se va?» aún no se ve en el horizonte. Espero que el camino sinodal permita a Alemania reconocer más profundamente que no somos el centro del mundo, sino parte de la Iglesia universal. Esto es lo que quiso decir el Papa Francisco cuando nos recordó el «sensus Ecclesiae» en su carta del 29 de junio de 2019, al comienzo del camino sinodal.