(ACIPrensa/InfoCatólica) El Archivo y Museo Arquidiocesano de Mérida (Venezuela), ha abierto al público una pequeña exposición en homenaje al venezolano recién beatificado José Gregorio Hernández.
Entre los objetos expuestos se encuentra una carta escrita a mano por el beato hace 109 años que iba dirigida a monseñor Antonio Ramón Silva, obispo de Mérida para ese tiempo.
El actual arzobispo de Mérida, Cardenal Baltazar Porras, explicó:
«Esta joya se pone a la disposición del público entre otros objetos como tallas, pinturas, libros y correspondencia de la época, y algunas piezas recientes del arte y literatura con ocasión de la beatificación.
Es propicia la ocasión para estimular a quienes puedan tener recuerdos u objetos diversos relacionados con el santo andino que merecen ser expuestas al gran público.
Felicito al personal de nuestra Curia Arzobispal, en sus dos joyas de evangelización de la cultura, archivo y museo, por esta muestra, a la que seguirán otras por la variedad y abundancia de objetos que se convierten en reliquias de inestimable valor para todo el que se asoma a la grandeza de este hombre que unió varios amores: a la familia, a la tierra chica y al país entero, a los enfermos a través de la docencia y la atención a los más necesitados, aderezada con la fe que recibió desde el hogar y la multiplicó con creces a lo largo de toda su vida, extendiéndose ahora, a dimensiones mucho mayores».
Fragmentos del documento
«Fecha 20 de marzo de 1912.
Monseñor Silva: Le escribo con el objeto de presentarle los Elementos de Filosofía que acabo de publicar.
Yo desearía que monseñor que es tan amante de la juventud estudiosa y tan profundo conocedor de la Filosofía, leyera esta pequeña obra, me hiciera las indicaciones de lo que en ella hay que corregir para una nueva impresión que habrá que hacerse pronto, y si la juzga digna de ella me le diera su aprobación episcopal.
Le envío doscientos bolívares para que monseñor los emplee en sus obras católicas de la amada diócesis.
Que Dios conserve la preciosa salud de monseñor Silva.
Su afectísimo amigo y humilde hijo en nuestro Señor Jesucristo, José Gregorio Hernández».
El arzobispo Baltazar Porras dijo: «Es probable que en alguno de los repositorios de recuerdos familiares pueda aparecer el juicio del ilustre prelado sobre el ensayo filosófico del médico. Se colige que José Gregorio tenía conocimiento de la relación con la Universidad de los Andes del obispo merideño».