(El Tiempo/InfoCatólica) En esos hechos, personas en este sector tuvieron confrontaciones con los indígenas de la minga. Ese día, además, hubo disparos por parte de civiles y caos, lo que provoó varios heridos entre los indígenas.
En el documento enviado por el Arzobispo de Cali se lee:
«He seguido con profundo dolor los tristes e inaceptables ataques contra la vida y la seguridad de la comunidad y minga indígena. Hago mío y nuestro como Iglesia, la situación de las personas heridas y de tantas víctimas indígenas, negros y mestizos, campesinos de Colombia todos».
Agrega:
«Que sean todos sujetos de derechos, protagonistas de la solución a los graves retos de historia injusta, violencia asesina y pandemia que, con la violencia, nos ponen en estado de emergencia social, y crisis económica y política».
Asimismo, el arzobispo de Cali anota:
«Que seamos todos, hombres y mujeres de todos los lados y orillas, sujetos y protagonistas étnicos y de sociedad civil, del bien y del bienestar común»
Al saber de su salida de la Universidad del Valle que los hospedó para regresar al Cauca, afirma que:
«Les pido perdón, a nombre de la ciudad y de las autoridades de Cali, por las situaciones vividas. Ustedes son el pueblo esperanza de saber ancestral y aprendizajes de paz para todos».
«Mi abrazo a ustedes y mi oración al Espíritu de Jesús y a los espíritus de quienes ya caminan el más allá y nos dejaron huellas de madres, maestros y servidores de la vida y de la Paz: que nos alienten y sostengan en la vida como camino universal y colectivo», concluye.
El arzobispo parece desconocer que la actuación de los indígenas no fue precisamente pacífica, tal y como asegura la policía.