(CNA/InfoCatólica) El obispo Georg Bätzing dijo a ACI Stampa que la Iglesia en Alemania sigue estando cerca de Roma, a pesar de las tensiones sobre las bendiciones del mismo sexo, la comunión para los protestantes y la «vía sinodal» del país.
Dijo:
«Está absolutamente claro que hay asuntos que sólo podemos discutir a nivel de la Iglesia Universal. Contribuiremos desde Alemania con nuestras reflexiones.
Sin embargo, quiero rechazar la acusación que se ha utilizado repetidamente de que somos cismáticos o de que queremos desvincularnos como Iglesia nacional alemana de Roma. Nuestro vínculo con Roma y el Santo Padre es muy estrecho».
En la entrevista, el obispo de Limburgo, de 60 años, explicó que la jerarquía alemana puso en marcha la «Vía Sinodal» en respuesta a la crisis de los abusos clericales.
El proceso, de varios años de duración, reúne a obispos y laicos para debatir cuatro temas principales: el modo en que se ejerce el poder en la Iglesia, la moral sexual, el sacerdocio y el papel de la mujer.
Los obispos alemanes dijeron inicialmente que el proceso terminaría con una serie de votaciones «vinculantes», lo que suscitó la preocupación en el Vaticano de que las resoluciones pudieran cuestionar la enseñanza y la disciplina de la Iglesia.
Bätzing señaló que, en términos de derecho eclesiástico, el «Camino Sinodal» no es técnicamente un sínodo, sino «un formato sui generis»:
«La cuestión central es: ¿cómo podemos hablar de Dios hoy y llegar a una fe más profunda? La fe puede crecer y profundizarse si nos liberamos de los miedos y de las cerrazones mentales, si nos planteamos las preguntas y buscamos los modos en que la Iglesia de hoy puede estar presente para la gente.»
De hecho, el obispo sugiere que el Papa Francisco animó a los católicos alemanes a abordar esta cuestión en su carta de 2019 a la Iglesia local. Pero en la carta, el Papa advirtió a los católicos alemanes de no sucumbir a una «tentación» particular.
Bätzing explica:
«En la base de esta tentación está la creencia de que la mejor respuesta a los muchos problemas y carencias existentes es reorganizar las cosas, cambiarlas y recomponerlas para poner orden y facilitar la vida eclesial adaptándola a la lógica actual o a la de un grupo concreto».
El prelado alemán explica que existe un «foro sinodal» para cada uno de los cuatro grandes temas de debate.
«El trabajo de los foros está todavía en curso, por lo que no puedo predecir hoy a qué sugerencias y resultados conducirán», dijo, añadiendo que los foros son el escenario de debates teológicos que conducirán a resoluciones que serán votadas por la Asamblea Sinodal en pleno, formada por los obispos y los miembros del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK), de carácter laico.
El obispo habló en vísperas de una jornada de protesta el 10 de mayo contra el reciente «no» del Vaticano a las bendiciones para las parejas del mismo sexo.
El evento, organizado por agentes pastorales católicos, se conoce como «Segnungsgottesdiensten für Liebende», o «servicios de bendición para los amantes». Los organizadores esperan que las parejas del mismo sexo de toda Alemania participen en el evento.
La Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) publicó un «Responsum ad dubium» el 15 de marzo en el que respondía a la pregunta: «¿Tiene la Iglesia la facultad de dar la bendición a las uniones de personas del mismo sexo?» La CDF respondió que «no», exponiendo su razonamiento en una nota explicativa y un comentario que la acompaña.
Bätzing dijo la semana pasada que la jornada de protesta no era una «señal útil».
El obispo dijo a ACI Stampa que la cuestión de la bendición de las parejas del mismo sexo era uno de los muchos temas que se van a tratar en el foro del Camino Sinodal sobre la moral sexual:
«Las parejas homosexuales, y las parejas que no pueden y no quieren casarse por la iglesia, pero que sin embargo desean la bendición de la Iglesia, son parte de nuestra sociedad y de la Iglesia.
En Alemania y en otras partes de la Iglesia Universal existe desde hace tiempo un debate sobre cómo seguir desarrollando el Magisterio con argumentos sólidos, sobre la base de las verdades fundamentales de la fe y la moral, el progreso de la reflexión teológica y con un espíritu de apertura a los últimos resultados de las ciencias humanas y a las situaciones de la vida de las personas de hoy.»
Y continuó:
«No hay respuestas fáciles a estas cuestiones. Por esta razón, el Camino Sinodal se esfuerza, particularmente con respecto al tema de las relaciones efectivas, por discutir en un contexto amplio que considere también la necesidad, la posibilidad y los límites del desarrollo del magisterio de la Iglesia. Las perspectivas presentadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe encontrarán espacio en estos debates».
Preguntado sobre si cree que ha llegado el momento de las mujeres diáconos o sacerdotes, Bätzing dijo que el «Camino Sinodal» abordará el papel de la mujer en la Iglesia.
Expresó su satisfacción por el creciente número de mujeres en puestos de liderazgo en las diócesis alemanas.
Dijo:
«Es importante para mí mencionar honestamente los argumentos de la Iglesia sobre por qué sólo los hombres pueden acceder al ministerio sacramental. También me doy cuenta de que estos argumentos son cada vez menos convincentes y que se han desarrollado argumentos en teología a favor de abrir el ministerio sacramental también a las mujeres. Por eso menciono a menudo el diaconado femenino, porque veo posibilidades en él.
En cuanto al ministerio sacerdotal, los papas desde Juan Pablo II en adelante han dicho al unísono que esta cuestión ya ha sido respondida».
El obispo también comentó el debate en Alemania sobre si los protestantes deben ser invitados a recibir la Sagrada Comunión en las iglesias católicas.
La CDF escribió a Bätzing en septiembre de 2020 criticando un llamamiento de los teólogos alemanes a la intercomunión entre católicos y protestantes.
El obispo de Limburgo dijo que el debate actual no era sobre una invitación general a los protestantes a recibir la Comunión, sino más bien sobre el enfoque de la Iglesia hacia los cristianos individuales no católicos que desean recibir la Eucaristía.
Dijo:
«Personalmente respeto tal decisión y no niego la Comunión cuando se presenta alguien que cree en lo que creemos los católicos y desea recibir al Señor. No se trata de extender genéricamente la invitación a la Comunión a todos los cristianos no católicos».
Señaló que el derecho canónico permite a los no católicos comulgar en determinadas ocasiones, siempre que cumplan una serie de condiciones. «Sin duda, debemos continuar el diálogo teológico sobre la importancia de la Eucaristía y la Sagrada Comunión. Y, afortunadamente, ya hay claras convergencias en los últimos años», dijo.
Preguntado por el tipo de decisiones que podrá tomar el Camino Sinodal, el obispo dijo que todos los participantes son responsables de sus conclusiones.
Comentó:
«La aplicación vinculante dependerá, según el tema, de la Santa Sede y/o del obispo local. Vuelvo a repetirlo: la Iglesia en Alemania es parte integrante de la Iglesia universal. Esto está fuera de toda duda y es evidente en muchos ámbitos. Y así seguirá siendo.
Por eso procederemos sobre la base del principio de subsidiariedad evaluando, en el marco del Camino Sinodal, qué pasos podemos regular y decidir libremente como Iglesia local. Y distinguiremos entre estos pasos y lo que sólo es posible en unidad con la Iglesia Universal».
Expresó su confianza en que el Camino Sinodal no se traduzca en un fracaso, sino que «conduzca a decisiones que ayuden a que la fe pueda volver a ser una opción para las personas, y a que la Buena Noticia del Evangelio adquiera sentido y fuerza en la vida de las personas».
Y añadió: «No debemos dejar de buscar formas creíbles de anunciar el Evangelio hoy. Sigo confiando».
Propone lo imposible
Chad Pecknold, profesor asociado de teología sistemática en la Universidad Católica de América en Washington, D.C., dijo a CNA que en sus últimos comentarios Bätzing estaba «proponiendo lo imposible»:
«Mantiene una visión errónea de lo que significa el 'desarrollo doctrinal', argumentando que la Iglesia debe ponerse 'al día' con las normas sociales progresistas.
La Iglesia no puede bendecir el pecado, y no puede cambiar las verdades eternas que Cristo entregó de una vez por todas. Lo que el obispo Bätzing espera 'desarrollar' equivale nada menos que a una eclesiología diferente. No es una eclesiología católica, y no es una nueva eclesiología la que propone, sino una que se parece al protestantismo liberal.
Que se sitúe en un desafío tan abierto al Papa Francisco, y a la propia Fe, debería ser prueba suficiente de que el Camino Sinodal de Bätzing no es realmente un camino hacia adelante, sino una salida de la comunión con Roma.»
Preguntado en la entrevista si el Camino Sinodal podría servir de modelo para los católicos de otros países, Bätzing se refirió al «histórico» discurso del Papa Francisco en 2015, en el que dijo que Dios espera que la Iglesia del tercer milenio tome el «camino de la sinodalidad.»
Bätzing dijo:
«Mucho antes que la Iglesia en Alemania, Australia tomó este camino, seguido por otras conferencias episcopales, estoy pensando en Irlanda, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) e incluso nosotros. La conferencia episcopal italiana está estudiando cómo seguir un camino similar.
Como ven, no se trata de un fenómeno alemán, sino de un interesante y valioso desarrollo de las Iglesias locales -cada una con sus rasgos particulares- dentro de la comunidad de la Iglesia Universal.
Si el Camino Sinodal es sólo una fase o si puede convertirse en una forma permanente para la vida de la Iglesia, esto nos lo indicará el Espíritu de Dios, a quien nos hemos encomendado al tomar este camino.»