(Christian Post/InfoCatólica) El grupo de vigilancia de la persecución contra cristianos International Christian Concern (ICC) informa de que, según las peticiones urgentes de oración enviadas por la iglesia doméstica ahora disuelta, la policía detuvo al predicador Qie Jiafu en su casa del distrito de Changping a las 11:30 de la noche del 28 de abril para interrogarlo.
La esposa de Qie recibió una llamada telefónica de la policía dos días después, informándole de que Qie había sido puesto bajo detención administrativa durante 10 días por violar el artículo 54 del Reglamento de Sanciones Administrativas para la Seguridad Pública. También se le impuso una multa de 77 dólares (500 yuanes).
Al parecer, la predicadora Huang Chunzi fue detenida al mismo tiempo, pero su detención sólo se descubrió tres días después. Los miembros de la iglesia supieron de ella por última vez el 28 de abril, cuando les notificó que la policía estaba en la puerta de su domicilio. Pronto desapareció. Las autoridades aún no han notificado a su único familiar con el que se puede contactar y se han negado a revelar el porqué, el cuándo y el dónde de su detención.
ICC dijo que los fieles están pidiendo oraciones para que Huang reciba «toda la fuerza que necesita del Señor, y que el Señor se abra paso para que la iglesia pueda obtener permiso para funcionar». También rezan pidiendo «la gracia suficiente para el predicador Qie y los muchos siervos que están pagando el precio por Cristo en estos tiempos».
La Iglesia de Sión, establecida en 2007, era la mayor comunidad ecleial protestante no oficial de Pekín a la que acudían 1.500 feligreses cada domingo. En septiembre de 2018, las autoridades de la ciudad obligaron a la iglesia a cerrar y confiscaron «materiales promocionales ilegales.»
La oficina de asuntos civiles del distrito de Chaoyang de Pekín dijo, según se informa, que al organizar eventos sin registrarse, la iglesia estaba infringiendo las normas que prohíben las reuniones masivas y por tanto quedaba «legalmente prohibida» y su «material promocional ilegal» confiscado.
A pesar del cierre de la iglesia, sus miembros se han enfrentado a un continuo acoso y persecución por parte de las autoridades.
Al pastor principal de la Iglesia de Sión, Ezra Jin Mingri, se le ha prohibido salir del país durante casi tres años, y su hija, Grace Jin, no pudo matricularse en la facultad de Derecho de Estados Unidos en julio de 2019 debido a las restricciones de viaje impuestas por las autoridades.
Gina Goh, gerente regional de la CCI para el sudeste asiático, dijo que las detenciones arbitrarias de los dos predicadores de la Iglesia de Sión indican la intención de Pekín de erradicar las iglesias domésticas. Se trata de comunidades eclesiales evangélicas que suelen reunirse en casas particulares para evitar precisamente la persecución por parte de la dictadura china, que suele cerrar los templos protestantes cuando alcanzan un número de fieles considerable.
«Junto con las 'Medidas Administrativas para el Clero Religioso', que entraron en vigor el 1 de mayo, el gobierno chino quiere que todos los líderes religiosos se sometan a la dirección del Partido Comunista Chino y a su ideología. Los que no lo hagan serán perseguidos. La actual represión contra el cristianismo en China merece la atención del mundo», afirmó Goh.
Oficialmente, la Constitución china garantiza la libertad religiosa. Sin embargo, desde que el presidente Xi Jinping asumió el cargo en 2013, el Partido Comunista chino en el poder ha endurecido las restricciones a las religiones que se consideran un desafío a su autoridad.
Las comunidades y templos protestantes son vigilados y clausurados en todo el país, tanto si son clandestinos como si forman parte del Movimiento Patriótico de las Tres Naciones, la iglesia protestante oficialmente autorizada en China. El gobierno también ha utilizado la vigilancia de alta tecnología para oprimir y controlar a los creyentes.
Otras medidas de represión contra los cristianos han consistido en ordenarles que renuncien a su fe y que sustituyan las imágenes de Jesús por retratos del presidente Mao y del presidente Xi Jinping.
La semana pasada se informó de que las autoridades del PCCh retiraron las aplicaciones bíblicas de la App Store de China, y las Biblias en papel tampoco están ya a la venta online. En China, las aplicaciones bíblicas sólo pueden descargarse con el uso de una VPN.
El pastor Bob Fu, fundador y presidente de China Aid, que proporciona ayuda legal a los cristianos en China, escribió en Twitter: «El miércoles las cuentas públicas de WeChat destinadas a proporcionar recursos sobre la Biblia y guías sobre la edificación de la iglesia a los cristianos chinos fueron suspendidas repentinamente. #CCP suspende Old Gospel &The Gospel Coalition. Ambas tienen un gran número de lectores dentro de la red pastoral de China».
