(GaudiumPress/InfoCatólica) A pesar de la pandemia y de la profunda crisis económica que atraviesan muchos países en Latinoamérica y Oceanía, ha ocurrido un aumento en el número de vocaciones sacerdotales y en los jóvenes que desean ingresar a los seminarios para seguir una vida consagrada.
En Venezuela, un país azotado por el comunismo, actualmente hay 804 seminaristas que se encuentran en etapa propedéutica o cursando filosofía o teología. En Papúa Nueva Guinea y el archipiélago de las Islas Salomón, hay 286 jóvenes que piden iniciar el proceso de su formación para el sacerdocio.
En Bangladesh, se ordenaron el año pasado 26 sacerdotes católicos siendo el número más alto hasta ahora.
Por otro lado, en África también se ha mantenido constante el aumento de las vocaciones sacerdotales los últimos años.
Florecimiento de vocaciones en África, un hecho constante
En África, el florecimiento de las vocaciones sacerdotales ha sido un récord constante en los últimos años. Los sacerdotes que están surgiendo en África, sustentan y dinamizan las Iglesias europeas. En Tanzania los cinco seminarios más grandes del país se han saturado.
En la visita del Papa Pablo VI a Uganda en 1969 expresó: «Ustedes los africanos son ahora sus propios misioneros. La Iglesia de Cristo está verdaderamente plantada en esta tierra bendita». Ahora vemos estas palabras convertirse en realidad.
En declaraciones a la Agencia Fides, el padre Elias Essognimam Sindjalim, sacerdote togolés, dijo: «los jóvenes africanos que quieren convertirse en sacerdotes católicos proceden de Iglesias donde el testimonio evangélico de tantas personas consagradas les anima a tomar decisiones radicales de vida.
Creo que el verdadero humus de las vocaciones es la vivacidad y vitalidad de las Iglesias africanas locales que acompañan a los jóvenes en un camino de crecimiento en su fe. Si bien el deseo de salir de la pobreza puede existir en algunos candidatos, se purifica en el largo camino formativo que está previsto hasta la ordenación sacerdotal. Donde hay una vida de fe, el Espíritu actúa, y solo un joven inmerso en esta vida de fe puede escuchar la voz de Dios llamándolo a ponerse en un camino vocacional».
En el continente asiático, los misioneros han realizado una gran labor transmitiendo las enseñanzas de la Iglesia. Actualmente hay 681 estudiantes y 283 novicios en proceso de formación para el sacerdocio, en 20 naciones de Asia.
El sacerdote indio Pushpa Anbu Augustine, que pertenece a la Sociedad del Verbo Divino para Asia afirmó: «Incluso en este tiempo de pandemia, los misioneros y sacerdotes están en las periferias al servicio de los últimos, los marginados, y por su compromiso ponen a los últimos en primer lugar, en el nombre de Cristo y su Evangelio. Cuando los jóvenes ven a estos misioneros, se sienten atraídos por ellos y sienten el deseo de unirse a ellos».