(Agencias/InfoCatólica) El Papa había nombrando al P. Carlassare obispo para la diócesis de Rumbek el pasado 8 de marzo. La diócesis lleva sin obispo 10 años, lo cual demuestra la difícil situación de la Iglesia en una región donde los conflictos tribales están a la orden del día..
El padre Carlassare, de 43 años, sucede en el cargo a monseñor Caesar Mazzolari, también misionero comboniano, que falleció repentinamente a los 74 años durante la celebración de una Misa el 16 de julio de 2011, una semana después de la independencia de Sudán del Sur.
Rumbek es una ciudad de mayoría dinka, una de las etnias más numerosas del país, en donde el misionero fue recibido con alegría el pasado 16 de abril.
Actualmente, el obispo electo italiano se encuentra en una condición estable tras recibir una transfusión de sangre y haber sido trasladado a un hospital de Nairobi (Kenia).
Perdona a quienes le han disparado
«Perdono a todos los que han cometido este acto y rezo por la gente de Rumbek para que puedan superar todo tipo de violencia y sepan recorrer un camino de paz y de justicia». Estas son las palabras que Mons. Christian Carlassare, ha trasladado a Alfa y Omega pocas horas después de ser acribillado a balazos en las piernas en su nueva diócesis.
Según ha revelado al diario Avvenire Enzo Pisani, uno de los médicos que lo han tratado, cabe la posibilidad de que el ataque, perpetrado por miembros de la etnia dinka, mayoritaria en la zona de Rumbek, tenga que ver con un conflicto tribal. «Es posible que haya creado malestar el nombramiento como obispo de un religioso que anterioridad había estado en un terreno dominado por la etnia rival [concretamente en la diócesis de Malakal]», señala Pisani, que trabaja desde 2019 en Sudán del Sur, donde coordina la ONG Médicos con África Cuamm.
La ordenación episcopal de estaba programada para el domingo de Pentecostés, 23 de mayo.