(ACIPrensa/InfoCatólica) Cada tres años la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) presenta su informe donde rinde cuentas de de labor y describe la situación de la Iglesia y la libertad religiosa en el mundo.
Este año fue presentado el 20 de abril y el periodo evaluado va desde el año 2008 al año 2020, entre otros países hicieron especial mención de Venezuela, «sigue atravesando una profunda crisis de derechos humanos» …, «los ataques a iglesias y agresiones y acoso» al clero por parte del Estado continúan.
ACN llamó a la reflexión sobre la Constitución del país que dice: «se invoca la protección de Dios para establecer una sociedad democrática que asegure los derechos fundamentales».
Es un país donde la mayoría de sus habitantes profesa la fe católica. En 1964 Venezuela firmó un acuerdo con la Santa Sede donde se reconoce la «personalidad jurídica propia» de la Iglesia Católica.
En el artículo 9 de la Constitución se garantiza la libertad de culto y religión, la manifestación y la enseñanza de forma pública y privada de las creencias y la independencia y autonomía de las iglesias.
El informe también cito el Código Penal del país, donde se «tipifica una serie de conductas que amenazan a la libertad de culto», «el artículo 168 se refiere a las sanciones que se imponen a quienes intenten impedir o interrumpir servicios o ceremonias religiosos, o bien dañen intencionadamente objetos utilizados en el culto».
A pesar de haber libertad religiosa en el país según sus leyes, la Iglesia ha sido atacada de diversas maneras. Agresiones que no solo provienen del hampa y la delincuencia común, sino que también son instigadas por el gobierno.
En enero del 2019 el Arzobispo de Maracaibo declaró sobre «la falta de acción policial y de protección» después de que ingresara a la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Maracaibo, un grupo de 20 personas «armados de porras, armas de fuego y granadas», asaltaran a los feligreses y profanaran el templo.
Uno de los actos violentos contra la Iglesia más recordados ocurrió en febrero del 2019 cuando «la iglesia del Dulce Nombre de Jesús en Petare, Caracas, sufrió un asedio de varios días, en el cual los sitiadores hicieron sonar bocinas y música, y pintaron en la fachada imágenes denigrando al sacerdote por haber criticado al Gobierno de Nicolás Maduro».
Posteriormente durante los meses de mayo, octubre y noviembre del mismo año, se produjeron otros ataques contra diferentes parroquias en varias partes del país, no hay ley que los proteja ni tampoco nadie que castigue a los responsables.
«El informe de 2018 cita insultos, amenazas, expulsión de trabajadores religiosos extranjeros, y obstáculos burocráticos que complican obtener el reconocimiento como entidad religiosa»,
El Departamento de Estado de Estados Unidos también elabora sus propios informes sobre libertad religiosa, en los cuales son registrados diversos eventos ocurridos en el país, los cuales define como «prácticas del Gobierno de Nicolás Maduro contra las Igl