(InfoCatólica) El obispo Johan Bonny lamenta en un artículo en el Standaard que las relaciones homosexuales no puedan ser bendecidas dentro de la Iglesia. El obispo de Amberes se refiere a la respuesta dada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el dicasterio vaticano encargado de promover y defender la doctrina católica.
Para el obispo Bonny de Amberes, esta posición es intolerable:
«Me siento avergonzado por delegación de mi Iglesia. Y sobre todo, siento una incomprensión intelectual y moral. Quiero pedir disculpas a todos aquellos para los que esta respuesta es dolorosa e incomprensible: las parejas religiosas y católicas del mismo sexo, los padres y abuelos de las parejas del mismo sexo y sus hijos, el personal pastoral y los consejeros de las parejas del mismo sexo»
Para el obispo, la posición de la Congregación para la Doctrina de la Fe está en contradicción con el trabajo realizado por el Sínodo para el Matrimonio y la Familia de 2015, en el que participó.
«Esta situación es lamentable para las parejas fieles del mismo sexo, sus familias y amigos. Sienten que la Iglesia no les trata con justicia o sinceridad».
Lo cierto es que la exhortación post-sinodal Amoris Laetitia niega cualquier aprobación de las uniones homosexuales:
251. En el curso del debate sobre la dignidad y la misión de la familia, los Padres sinodales han hecho notar que los proyectos de equiparación de las uniones entre personas homosexuales con el matrimonio, «no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia [...] Es inaceptable que las iglesias locales sufran presiones en esta materia y que los organismos internacionales condicionen la ayuda financiera a los países pobres a la introducción de leyes que instituyan el “matrimonio” entre personas del mismo sexo»
Bonn, pro-gay
La postura de este obispo belga no es nueva. En diciembre del 2014 ya abogó abiertamente por el reconocimiento de las parejas homosexuales por parte de la Iglesia. En octubre del 2016 pidió que se establecieran rituales para bendecir uniones entre homosexuales, adulterios y relaciones fornicarias.
Su notorio y público alejamiento de la doctrina de la Iglesia en esta materia no ha venido acompañado de su alejamiento del ministerio episcopal, lo cual implica que los católicos de Amberes están pastoreados por un obispo que rechaza la moral de la Iglesia. Así lo denunciaron un grupo de estudiantes católicos de Amberes, que acusaron a su obispo de haber cruzado la frontera de la decencia y la moralidad. Con 65 años de edad, le quedan casi diez antes de presentar su renuncia.