(CNA/InfoCatólica) Los obispos de Malta creen saber más que las autoridades sanitarias del paìs, que no han prohibido los servicios religiosos, y han decretado que durante un mes no haya Misas con público en sus diócesis.
La orden de los prelados entró en vigor ayer, 11 de marzo. La Iglesia está restringiendo las funciones religiosas «para proteger la salud de la población», según un comunicado de prensa.
A pesar de la suspensión de las misas públicas durante un mes, las iglesias pueden permanecer abiertas para la oración privada. Los funerales y las bodas podrán celebrarse con una asistencia limitada, dependiendo del tamaño de la iglesia, pero sin superar los 100 asistentes.O sea, como indican la autoridades civiles.
El arzobispo de Malta, Mons. Charles Scicluna, invitó a la gente a rezar por la seguridad del país insular mediterráneo, mientras aumenta el número de casos de coronavirus.
«Mientras suspendemos las misas en nuestras iglesias en Malta y Gozo, excepto las misas con funeral y las bodas, los obispos invitamos a los fieles a rezar por la seguridad de nuestra nación, por las autoridades sanitarias y por nuestros valientes soldados de primera línea», escribió Scicluna en Twitter el 10 de marzo. «Las liturgias se transmitirán diariamente en los medios de comunicación», añadió..
Según el Centro de Recursos de Coronavirus John Hopkins, se han producido 341 muertes y más de 25.000 casos confirmados de COVID-19 en las islas de Malta y Gozo. El 7,5% por ciento de la población de las dos islas, estimada en algo más de 514.500 personas, ha sido vacunada.
Bautizos retrasados. No distribución del viático
La archidiócesis de Malta declaró que se anima a los padres a esperar hasta después del 11 de abril para presentar a sus hijos para el bautismo, pero si el bautismo debe tener lugar antes de esa fecha debe ser sólo el rito, sin misa, y con sólo un pequeño número de personas presentes.
Se suspende también la entrega de la Sagrada Comunión a los enfermos y a los confinados en casa, excepto en los casos en que la persona esté gravemente enferma.
Los despachos parroquiales sólo estarán abiertos para los servicios esenciales y preferiblemente sólo con cita previa.
El gobierno maltés ha reforzado las restricciones de la COVID-19 hasta el 11 de abril. Las medidas incluyen el cierre de los comercios y restaurantes no esenciales a los comensales. Según la normativa gubernamental, las reuniones religiosas no están prohibidas, pero se limitan a 100 o menos participantes.