P. Kahn: la Iglesia Ortodoxa se aprovecha de la influencia actual de Rusia en los países de la antigua URSS

La Iglesia Católica se encuentra en una situación complicada

P. Kahn: la Iglesia Ortodoxa se aprovecha de la influencia actual de Rusia en los países de la antigua URSS

Criado en la Rusia soviética en el seno una familia católica de origen alemán -como Mons. Athanasius Schneider-, el P, Johannes Kahn, sj, explica en una entrevista a Ayuda a la Iglesia Necesitada cómo fue su vocación y cuál es la labor que ejerce en Kirguistán, una ex-república soviética donde la presencia católica es muy minoritaria.

(ACN) El sacerdote Johannes Kahn SJ ha desarrollado su labor pastoral durante décadas en varios países de Europa del Este, Asia Central y también en Rusia. Pasó casi 10 años en Kirguistán en una pequeña minoría católica.

¿Cómo conoció la fe en tiempos de la Unión Soviética?

A mí me enseñaron la fe mi madre y mi abuela. En mi familia rezábamos mucho, antes de las comidas, antes de dormir, pero también entre medias. En el norte de Kazajistán, donde vivíamos, no había sacerdotes. Esto cambió cuando mi familia se trasladó en 1978 al centro de Kazajistán, donde se celebraban servicios religiosos con regularidad y donde profundicé en mi fe. Así maduró en mí el deseo de hacerme sacerdote. Tras el servicio militar obligatorio de dos años en el ejército soviético, pude entrar en el seminario.

Fe y ejército: ¿Cómo encajan lo uno con lo otro?

En el ejército ser creyente no siempre estaba exento de peligros, pero tuve suerte. Pude rezar mucho durante ese tiempo. Además, como ruso-alemán no se me permitía hacer el servicio militar con uso de armas, lo que me venía bien. Además de trabajar en la oficina, también fui conductor de camión, donde con frecuencia, deliberadamente, me asignaban la tarea de conducir durante las festividades cristianas.

¿Y después del servicio militar?

Después de prestar el servicio militar, ingresé en el único seminario católico de la antigua Unión Soviética, situado en Letonia; los seminaristas procedían de todas las repúblicas soviéticas. El 1 de marzo de 1991, decidí hacerme jesuita. Tras unos años en Letonia, la Orden me envió a estudiar a Innsbruck (Austria). Al terminar mis estudios volví a Oriente, primeramente a Tayikistán, luego a Siberia (Novosibirsk), más tarde a Kazajistán y, por último y durante más tiempo, a Kirguistán.

¿Por qué Kirguistán?

Mi hermano mayor, Alexander Kahn, también teólogo y jesuita, era superior en Kirguistán y buscaba sacerdotes porque había muy pocos. Así fue como llegué a ese hermoso país con montañas de hasta 7.000 metros de altura y mucho sol. Los católicos viven dispersos por todo el país como una pequeña minoría, unas 1.000 familias forman un grupo heterogéneo, en el que también hay católicos coreanos y rusos. En total tienen 8 sacerdotes, un fraile y 6 religiosas. Habría más, pero hace meses que se les niega la entrada en Kirguistán debido a la normativa referente al COVID-19, en el propio país no ha habido vocaciones hasta ahora.

¿Existe libertad religiosa?

Sobre el papel sí, en la práctica no siempre. Hay grandes obstáculos administrativos para ser reconocidos como comunidad religiosa, pues se requiere un número mínimo de creyentes, que los católicos no cumplen. Los clérigos extranjeros han de contar siempre con la posibilidad de perder el permiso de residencia. También está restringido el libre ejercicio de servicios religiosos, lo cual no tiene nada que ver con las medidas de protección relacionadas con el coronavirus.

A los católicos se nos tolera, pero se nos ponen muchos obstáculos, en todo Kirguistán sólo hay una iglesia católica, la capilla del hermano Klaus en Talas. Hasta ahora, no nos han dado autorización para construir ninguna otra iglesia. Sin embargo, cada vez hay más indicios de que la Iglesia recibirá pronto el permiso para construir una iglesia en la capital, Biskek. Los musulmanes, que suponen el 80% de la población, y los ortodoxos rusos no sufren ninguna restricción. En los países de la antigua Unión Soviética, Rusia sigue ejerciendo su influencia, de lo que se aprovecha notablemente la Iglesia ortodoxa rusa.

¿Por qué esas reservas hacia los católicos?

La Iglesia católica se encuentra en una situación complicada en Rusia y, por tanto, también en Kirguistán. No es apreciada debido a que actúa en el campo social, lo cual molesta a Rusia; por eso, el Estado ruso ejerce presión sobre la Iglesia católica a través de Kirguistán. Además, en Kirguistán también hay musulmanes radicales que están en contra de todo lo que no sea musulmán. De Turquía y Pakistán se recibe dinero destinado a promover una interpretación cada vez más radical del islam. Hasta ahora, Kirguistán era considerado pacífico y tolerante.

¿Cómo se involucra Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN)?

La fundación apoya a las personas que trabajan en la pastoral con ayudas de subsistencia. Y siempre se necesitan coches nuevos, ya que los sacerdotes tienen que recorrer largas distancias. En invierno puede llegar a hacer hasta 40 grados bajo cero, por lo que es vital contar con coches buenos y robustos.

¿Qué opinión le merece la situación política?

A principios de enero de 2021 se celebraron elecciones presidenciales. El nuevo presidente Sadyr Shaparov fue elegido con el 79% de los votos. No se sabe qué se puede esperar de él. En el pasado, Kirguistán era considerado un país pacífico y hospitalario. Esperamos que esto no cambie con Shaparov.

 

5 comentarios

Emilio
Cada noticia que leo me confirma que los donativos a Ayuda a la Iglesia Necesitada están bien empleados y nos hacen más Iglesia, por lejos que nos encontremos geográficamente: ¿se ganará por allá lo que se pierde por aquí?.
13/03/21 9:19 AM
Hermenegildo
"Además de trabajar en la oficina, también fui conductor de camión, donde con frecuencia, deliberadamente, me asignaban la tarea de conducir durante las festividades cristianas".

¿Eso lo hacían para fastidiarlo o para que al conducir tuviera más tiempo para rezar?
13/03/21 10:27 AM
Akáthistos
Los que vivieron bajo la tiranía de la Rusia marxista comunista saben de primera impresión lo que es la tiranía de izquierda, la propaganda estatal, la esclavitud, las mentiras que se le dicen a un pueblo y la pérdida de soberanía. Por eso es muy importante escuchar a Mons. Schneider y al Padre Johannes Kahn cuyas experiencias y vivencias no son nada comparables con las de un europeo occidental, por lo que se sufrío en la Rusia comunista bajo la tiranía de Stalin. Y conocen más a ese tipo de bestia, la saben detectar y saben cuando las estructuras avanzan contra las personas sencillas en opresión y dominio, porque lo vivieron.
13/03/21 12:00 PM
pep
La tiranía marxista es horrible, pero la tiranía liberal que sufrimos en Occidente es todavía peor. La primera, mata los cuerpos pero es capaz de forjar familias como la de este sacerdote y su hermano, también sacerdote. En cambio, la tiranía liberal postmoderna mata el alma, deshumaniza al hombre, y lo corrompe en lo más profundo de su naturaleza.
13/03/21 1:40 PM
Juan Mariner
pep: es inmensamente más demoníaco el liberalismo que el marxismo, y a las pruebas me remito: ha hecho más daño al catolicismo en España la derecha liberaloide que la izquierda marxistoide.
14/03/21 2:05 PM

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