(LSN/InfoCatólica) Milo Yiannopoulos fue objeto de las iras del progresismo mundial por denunciar los abusos del lobby gay, y del feminismo, desde su condición de homosexual activo. Entre otras cosas, aseguró que no se nace homosexual y que se puede dejar de serlo.
Hace dos años, cuando Michael Voris, de Church Militant, desafió a Yiannopoulos a llevar una vida casta, éste no se puso a la defensiva. Por el contrario, aceptó y admitió humildemente su debilidad humana.
«Sé todo lo que estáis diciendo, y todavía no estoy ahí. Y no sé si llegaré», le dijo Yiannopoulos a Voris en ese momento. Parece que ahora ha llegado «allí».
Life Site News le ha entrevistado
Imagino que para muchos de los que te siguen, tu reciente decisión de identificarte públicamente como «Milo, Ex-Gay» puede parecer un giro de 180 grados. ¿También le sorprende que su vida haya dado este giro? ¿O no le sorprende, es una progresión natural y quizás inevitable en su vida? Se lo pregunto porque en los últimos años algunas cosas que ha dicho han insinuado que se ha visto arrastrado en esta dirección.
Cuando solía bromear diciendo que sólo me hice gay para atormentar a mi madre, no bromeaba del todo. Por supuesto, nunca me sentí del todo a gusto con el estilo de vida gay -¿Quién se siente así? ¿Quién podría sentrse así? - y sólo me incliné por él en público porque a los liberales les volvía locos ver a un gay guapo, carismático e inteligente celebrando alborotadamente los principios conservadores.
Eso no quiere decir que no me lanzara con entusiasmo a la degeneración de todo tipo en mi vida privada. Supongo que sentí que era todo lo que merecía la pena. Me encantaría decir que todo era una actuación, y que he sido heterosexual todo este tiempo, pero ni siquiera yo tengo ese tipo de compromiso con el arte de la actuación. Hablando del método de actuación...
¿Hubo algún acontecimiento, o serie de acontecimientos, que desencadenara su decisión de liberarse de la sodomía y de hacerlo públicamente? ¿Le derribó Dios del caballo como hizo con Saulo, o se produjo de otra manera? Por favor, explique.
Hace cuatro años concedí una entrevista a la revista America que no quisieron publicar. Me ha llevado mucho tiempo estar a la altura de las afirmaciones que hice en esa entrevista, pero finalmente lo estoy haciendo.
Cualquiera que me haya leído con atención durante la última década seguramente lo habrá visto venir. No he sido tímido a la hora de dar pistas. En mi libro Dangerous, que fue un éxito de ventas en el New York Times, insinué que podría «salir del armario» como heterosexual en el futuro. Y en mi reciente monólogo interior en Telegram, he sido aún más explícito, y me revuelve el estómago, si los comentarios bajo mis mensajes de «x días sin sodomía» sirven de algo.
Siempre me he considerado una especie de Jack Bauer: el tipo que hace las cosas horribles e imperdonables que nadie puede soportar, sin las cuales la República caerá. Sé que eso significa que mi nombre siempre estará maldito, y que siempre seré un forastero despreciado, así que la tentación es desechar cualquier consideración de vivir bien o con la verdad. Pero incluso Jack Bauer tiene que enfrentarse a su creador tarde o temprano.
El verano pasado publicaste en Parler fotos de miembros del movimiento CHANGED, con el título: «Mira estas hermosas almas, libradas de sus demonios y curadas de sus impulsos pecaminosos. ¿No te das cuenta de que se han salvado? Yo sí». ¿Puedes ahora añadir tu foto a la de ellos, con ese mismo pie de foto?
No, y supongo que nunca seré lo suficientemente valiente como para declararlo cosa del pasado. Lo trato como una adicción. Nunca se deja de ser alcohólico. En cuanto al movimiento CHANGED, supongo que como son californianos no ven lo divertida que es su página web, o tal vez son sucios no-doms que piensan que Dios te ama más cuanto más gay actúas, pero me estaba burlando un poco de ellos con ese pie de foto. (Walker Percy tenía razón: el hombre moderno tiene dos opciones: Roma o California).
Alguien debería decirles que usen más fotos de aspecto heterosexual en su sitio web. Puedo compartir algunos consejos. Mis seguidores me han dado un curso intensivo sobre la estética de los heterosexuales americanos, que aparentemente incluye hacerse un corte de pelo estilo mullet y aprender a conducir con caja de cambios no automàtica
¿De qué manera ha influido esto en su vida personal y social?
Bueno, el chico con el que vivo ha sido degradado a compañero de piso, lo que no ha sido fácil para ninguno de los dos. Ayuda el hecho de que todavía puedo permitirme mantenerlo con Givenchy y un nuevo Porsche cada año. Podría ser peor para él, supongo.
Mi propia vida ha cambiado drásticamente, aunque me ha sorprendido mientras no prestaba atención. Soy una persona que responde a la microgestión y a la responsabilidad, por lo que he descubierto que contar los días es un baluarte eficaz contra el pecado. En los últimos 250 días sólo he tenido un desliz, lo que es mucho mejor de lo que predije que haría.
Es como si se hubiera levantado un velo en mi casa, como si hubiera algo más real y honesto que antes. Ha sido un descubrimiento gradual, más que una revelación dramática. ¿Quizá la falta de teatro o de espectáculo sea una señal de que los impulsos homosexuales realmente están retrocediendo?
La mejor metáfora que conozco es la de una flor floreciendo - de la Epifanía de la naturaleza - una imagen que sé que le gustaba a Caryll Houselander. Creo que fue Houselander quien dijo: «Todo lo que es amoroso en el hombre y todo lo que es amable en el hombre es Cristo en el hombre». Entiendo que cuanto más amor y menos lujuria haya en nosotros, más dejaremos de ocultar a Cristo y, en cambio, le revelaremos a Él, a cuya imagen estamos hechos.
No pretendo sugerir que sea fácil, sino sencillo: Nuestro Señor soportó cosas peores que cualquiera de nosotros y nos prometió que tenemos que cargar con una pesada cruz cada día. Ronald Knox dice que el Vía Crucis nos muestra las 3 formas en que podemos llevar nuestra cruz: Con amargura, como el ladrón impenitente; con sombría resignación, como el ladrón arrepentido que dijo que era lo que se merecía; o con amor, como el Señor, que nunca minimizó el sufrimiento sino que dijo que, a su tiempo, nos redimiría.
Secretamente, siento que he hecho suficiente bien en esta vida para excusarme de la penitencia terrenal por los pecados pasados. Sus lectores responderán sin duda, con razón, que esta afirmación demuestra lo mucho que me queda por hacer. El mejor consejo que puedo dar a otros en mi situación es: revisa tu orgullo, no tus privilegios. Muchas veces es la vanidad o el engreimiento o la autosatisfacción lo que se interpone en el camino de la aceptación de Cristo. Aprende a detectarlo antes de que eche raíces, y las cosas difíciles de repente no parecen tan difíciles.
¿Qué le llevó a consagrar su vida a San José?
Los intentos seculares de recuperación del pecado son temporales o completamente ineficaces. La salvación sólo puede lograrse a través de la devoción a Cristo y las obras de la Santa Iglesia Católica y Apostólica. San José es la figura paterna espiritual de la Sagrada Familia. En esta época de locura de género, dedicarme al protector masculino del niño Jesús es un acto de fe en el Santo Patriarca de Dios, y un rechazo al Terror de los transexuales. Los transexuales son demoníacos: Son los Galli, los sacerdotes castrados de Cibeles, la Magna mater, a quienes Agustín vio bailar en las calles de Cartago vestidos como mujeres.
No me hagas hablar de la Hora del Cuento Drag Queen. Sólo tengo que ver esas cuatro palabras para que me invadan las ganas de comprar cuerda.
¿Quiere añadir algo más?
Llevo toda la vida disfrutando de un afecto por lo absurdo y lo escandaloso, así que una parte de mí anticipa con regocijo el día en que pueda aprovechar la altura moral, aunque sea brevemente, para denunciar a otros por fallos de piedad y sobriedad. Espero que la gente me apoye y rece por mí, aunque sólo sea por compartir mi alegría ante la perspectiva de que Milo Yiannopoulos despotrique furiosa e indignadamente contra los homosexuales por los pecados de la carne.
Como es de esperar, mis prioridades profesionales están cambiando un poco, dadas mis nuevas preocupaciones espirituales. En la próxima década, me gustaría ayudar a rehabilitar lo que los medios de comunicación llaman «terapia de conversión». Funciona, aunque no para todo el mundo. En cuanto a mis otras aspiraciones y planes, bueno, no hay cambios: Siempre he considerado que el aborto es el principal horror moral de la historia de la humanidad. Seguiré diciéndolo, incluso más fuerte que antes.
Dicen que si dejas entrar un pecado, otros le seguirán, y ahora sé realmente lo que eso significa: Como he empezado a resistir los impulsos sexuales pecaminosos, me he encontrado bebiendo menos, fumando menos... lo que sea. Confieso que mi debilidad por los zapatos y bolsos de diseño aún no se ha disipado. Pero me estoy dando cuenta, aunque lentamente, de que la lujuria -según Agustín- es un deseo desordenado por todo tipo de cosas, no sólo por los jugadores de la NFL.