(LSN/InfoCatólica) Un abogado del Templo Satánico que representa a la demandante «Ann Doe» argumentó que «es una interferencia sustancial per se que el Estado ponga un obstáculo regulatorio -que cuesta dinero- frente a un ejercicio religioso. El Estado también podría gravar y regular la misa».
Según relata LSN, la demanda se hace eco de la tesis oficial de The Satanic Temple (TST) de que los abortos rituales satánicos del primer trimestre están «exentos» de «regulaciones innecesarias», como los periodos de espera obligatorios y los materiales de lectura requeridos.
La hoja informativa de TST sobre «Rituales Satánicos de Aborto» explica aún más su postura pública sobre por qué consideran que las regulaciones son un obstáculo para un ritual que, según ellos, «santifica el proceso de aborto infundiendo confianza y protegiendo los derechos corporales.»
«El ritual satánico del aborto es un ritual de destrucción que sirve como rito de protección. Su propósito es eliminar las nociones de vergüenza, culpa y malestar mental que una paciente pueda estar experimentando debido a la elección de tener un aborto legal y médicamente seguro», afirma el documento.
«Incluso la persona más segura de sí misma y sin complejos puede experimentar sentimientos de incomodidad y ansiedad por haber elegido interrumpir su embarazo. Las leyes de muchos estados que imponen periodos de espera y asesoramiento obligatorio por parte del estado pueden exacerbar estos sentimientos, al igual que la condena social y el acoso directo por parte de quienes se oponen al aborto», continúa TST.
La ley del aborto de Texas exige que antes de practicar un aborto, que es legal en el estado antes de las 20 semanas de gestació, una mujer debe «someterse a una ecografía, que se le muestre la imagen [del niño no nacido] y que se le describa la imagen», y esperar al menos 24 horas después de la ecografía antes de abortar.
La ley también obliga a proporcionar materiales que incluyan una «lista completa de agencias de adopción» y fotografías en color «realistas» que muestren el desarrollo del niño no nacido «en incrementos de dos semanas de gestación.»
El ritual del aborto de la TST implica la recitación de la llamada «afirmación personal», que dice «Por mi cuerpo, mi sangre, por mi voluntad se hace».
Los participantes en el ritual también deben recitar los principios de la TST: «El cuerpo de uno es inviolable, sujeto sólo a la voluntad de uno», y «[l]os abortos deben ajustarse a la mejor comprensión científica del mundo. Hay que tener cuidado de no distorsionar nunca los hechos científicos para adaptarlos a las propias creencias».