(Kath.net/InfoCatólica) La autoridad sanitaria estatal también exigió el traslado de los pacientes moribundos, lo que provocó importantes protestas por parte de los familiares.
Los centros de cuidados paliativos de Canadá deben ofrecer la eutanasia si reciben más del 50 por ciento de sus presupuestos de fondos gubernamentales. La medida no se aplica a los centros confesionalmente religiosos, que siguen teniendo derecho a la libertad de conciencia. La Delta Hospice Society, fundada en 1991 y que gestiona un hospicio de diez camas, el Irene Thomas Hospice, en la Columbia Británica (oeste de Canadá), no puede invocar este derecho.
La eutanasia activa y el suicidio asistido (MAID) se legalizaron en junio de 2016 en Canadá. A finales de 2019, casi 14.000 personas se habían suicidado. Un nuevo proyecto de ley según el cual la eutanasia debe permitirse sin una enfermedad que ponga en peligro la vida, en el caso de enfermedad mental y en ciertos casos sin un período de reflexión, se está debatiendo en el parlamento canadiense.