Cardenal Omella: «No podemos arrinconar a las personas que han perdido la salud»

«Ningún enfermo debería sentir que es una carga para los demás»

Cardenal Omella: «No podemos arrinconar a las personas que han perdido la salud»

El arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella, instó en su carta dominical de ayer a no olvidarnos de los enfermos, a los que pide tratemos con amor y ternura: «Jesús nos enseña que ningún enfermo debería sentir que es una carga para los demás. No podemos arrinconar a las personas que han perdido la salud».

(Ecclesia) El presidente de la Conferencia Episcopal Española evocó el comportamiento de una enfermera para con una religiosa enferma de covid-19 en los peores días de la pandemia. La religiosa en cuestión, que falleció posteriormente, fue trasladada de urgencia al hospital, y no se llevó nada consigo, ni siquiera sus gafas. Una vez ingresada echó en falta su crucifijo y rogó a la enfermera si le podía conseguir una pequeña cruz. Esta, tras no encontrar ninguna en su despacho, buscó una por internet, la imprimió y se la colgó en su habitación.

«Aquel gesto tan bonito y sencillo –recuerda Omella– llenó de paz y alegría a la religiosa. Y todo gracias a una persona sensible que tenía claro que hay que ponerse siempre del lado de los que sufren».

«Un oasis de misericordia»

La Cuaresma es un tiempo para dar limosna. «Y qué mejor limosna que tratar con delicadeza y amor a las personas enfermas, tal como lo hizo esta enfermera», dice Omella. Para el purpurado de Cretas (Teruel), «para estar al lado de los enfermos, a veces basta tan solo con pequeños gestos de afecto. Aunque la situación sanitaria que estamos viviendo nos impide acercarnos físicamente a los demás, siempre podemos acompañarlos con nuestra oración, con una llamada telefónica, con una carta, con una videoconferencia, con una sonrisa o palabra amable».

El arzobispo de Barcelona recuerda que, en su mensaje para la Cuaresma, el Papa Francisco también nos insta a tratar con ternura a los enfermos y a ofrecer palabras de confianza a los necesitados. Se trata de «que sientan que Dios los ama con un amor entrañable» y de ser para ellos un «oasis de misericordia» (Misericordiae vultus, 12).

 

3 comentarios

nicodemo
Que el Señor nos sane a todos si es su Santa Voluntad.

San Camilo se Lellis ruega por nosotros los enfermos.
8/03/21 3:02 PM
El gato con botas
Cuando en una familia hay un enfermo que supone obligaciones para ella, debe esa familia acordarse de aquello de "coge tu cruz y sígueme"; tiene un camino verdadero y auténtico de santificación en la unión al sufrimiento de Cristo en la cruz ayudándole a llevarla y les sirve a todos para purgar sus propios pecados. El enfermo se alegrará de ver que él es causa de santificación para sus familiares y lo llevará mucho mejor.
8/03/21 7:45 PM
Maria Alejandra
Quizá sea una idea loca o irrealizable legalmente, pero llevo días pensando que, ahora que está próxima le legalización de la eutanasia en España, la Iglesia (y no me refiero sólo a la jerarquía) debería plantearse la posibilidad de crear centros de cuidados paliativos. Sería una gran ayuda tanto para profesionales sanitarios que no quieran erigirse en dueños de la vida de los más débiles, como para personas con graves enfermedades que no quieren dejar su vida y su muerte en manos de alguien o algo (el eEstado) distinto de Dios, nuestro Creador. Serían proyectos que podrían financiarse y llevarse a término con la ayuda de fieles cristianos, benefactores, voluntarios y quizá nuevas comunidades religiosas. La iglesia cuenta con muchas edificaciones vacías que podrían tener nuevo uso. De esa forma, podrían evitarse muchas muertes prematuras y alevosas, ofrecer cuidados amorosos y acompañamiento espiritual permanente a los pacientes. Ojalá surjan iniciativas de este tipo en nuestro país. Es una necesidad social y espiritual y podría convertirse también en una vía de evangelización.
9/03/21 3:30 AM

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