(Vatican.news) La primera cita del Santo Padre fue en la ciudad de Najaf con el Gran Ayatolla Sayyid Ali Al-Sistani, líder islámico chiita reconocido por su contribución a la paz. Posteriormente Francisco se trasladó 200 kilómetros hasta la llanura de Ur de Caldea, donde lo esperaba el acto más significativo de este viaje apostólico: el encuentro y la oración interreligiosa en la tierra desde donde Dios llamó a Abraham, padre en la fe reconocido como tal por musulmanes, judíos y cristianos.
Finalmente, el Papa regresó a Bagdad, donde celebró una misa en rito católico caldeo en la Catedral de San José, y animó a la iglesia local a enfrentar los sufrimientos cotidianos desde las Bienaventuranzas que nos enseñó Jesús.