(RevistaEcclesia/InfoCatólica) Este año el 19 de marzo tendrá lugar la celebración de la solemnidad de San José, patrón de la Iglesia universal y de los seminarios.
El lema escogido para esta campaña es «Padre y hermano, como San José».
Será un día especial de oración para orar y pedir por las vocaciones sacerdotales y por la colaboración económica para el sostenimiento de los seminarios.
Además, recordemos que el Papa ha declarado este, el Año de San José.
Dos seminaristas del Seminario San Fulgencio, han hablado con la delegación de Medios de la diócesis. Ellos cuentan que han recibido y comprendido el llamado de Dios en edades diferentes.
Eduardo Pérez, de quinto curso, vivió su conversión cuando tenía 23 años, dice que cambió su vida radicalmente y que le fue fácil seguir el llamado vocacional que sintió. Este curso estará de servicio en la pastoral de la parroquia de Nuestra Señora de la Paz de la ciudad de Murcia, dice que es «testigo de cómo el Señor actúa a veces con una gran manifestación».
Miguel Tovar del segundo curso, «escuchó la llamada con trece años», le tomó un poco más de tiempo responder. Dice que cada año de estudio enriquece su vida y aprende de la entrega y valentía de los seminaristas menores y de sus formadores.
En los preseminarios, los jóvenes pueden discernir sobre su vocación al sacerdocio, acompañados por el equipo de formadores y otros seminaristas.
El rector del seminario, Manuel Verdú dice: «En nuestra Diócesis, el Señor sigue tocando el corazón de numerosos jóvenes que escuchan esta llamada y se muestran generosos para discernirla y afianzarla en sus propias vidas.
El 4 de marzo, con una vigilia de oración en la parroquia de Santa Eulalia de Murcia a las 10:15 p.m. comenzarán las actividades del Seminario para esta campaña. Solo estará permitido el 50 % del aforo y será transmitida a través de las redes sociales.
Eduardo dice: «Este tiempo de pandemia nos ha mostrado la fragilidad del hombre y la necesidad que tenemos de acompañamiento, hay necesidad de sacerdotes, la realidad social de ahora nos lo reclama a gritos».