(ACIPrensa/InfoCatólica) En Panamá un grupo de mujeres autodenonimadas «Católicas por el Derecho a Decidir» está intentado ganar protagonismo en el país, pero sus verdadera intención es la defensa del aborto.
La arquidiócesis de Panamá ha publicado un comunicado este sábado 20 de febrero donde advierte a toda la feligresía la falsedad de su nombre y el verdadero objetivo de esta organización que no es apoyada por la Iglesia Católica.
«Su objetivo principal es eliminar al mayor opositor del mundo contra el aborto: la Iglesia Católica.
Esta organización anti vida intenta tener presencia en Panamá. Su finalidad es convencer a católicos y no católicos de que el aborto es una alternativa éticamente válida para las mujeres católicas, despreciando y ridiculizando las enseñanzas fundamentales de la Iglesia, y promoviendo agresivamente la anticoncepción y el aborto.
Las mujeres que conforman este grupo, no son católicas, ya que pervierten el sentido de la libertad humana al interpretar los crímenes contra la vida como legítimas expresiones de la libertad individual.
Exigiendo o reconociendo legalmente el derecho de matar, se subvierte la base de los derechos humanos y se niega el derecho a la vida».
También hicieron énfasis en dar a conocer que dicha organización «tiene inspiración en su fundadora, Frances Kissling, una mujer que vivió algún tiempo en un convento de las Hermanas de San José (EEUU) y al abandonarlo dirigió una clínica de abortos en Nueva York», pero una persona no puede considerarse católica si no se adhiere a los lineamientos y mandamientos de vida cristiana que exige la Iglesia.
Aclara también el comunicado que esta organización es financiada con «millones de dólares recibidos de grupos estadounidenses abiertamente anti-vida como la Fundación Ford.
En América Latina su agenda es clara: Fomentar el disenso católico en el tema del aborto y los anticonceptivos, proporcionar a los católicos una supuesta alternativa racional a la doctrina de la Iglesia, y educar sobre los derechos de salud reproductiva (aborto y anticoncepción sistemática) en América Latina.
Es imposible que los católicos apoyen el aborto, de lo que se deduce que las integrantes de esta organización son falsas católicas.
«Cuando los católicos se sienten confundidos por las argumentaciones a favor del aborto, simplemente deben recurrir a documentos eclesiales como la encíclica de San Juan Pablo II, Evangelium Vitae, para constatar que las enseñanzas de la Iglesia van de la mano con la moral, y el aborto siempre será algo contra la fe por implicar la muerte deliberada de un ser humano inocente».
La arquidiócesis reitera que «la Iglesia defiende la vida desde la concepción hasta la muerte, y se opone al aborto incluso en casos de violación, porque la repugnancia contra el crimen nunca podrá convertirse en repugnancia contra un inocente concebido. La vida siempre es un don de Dios, aun cuando surge en circunstancias pecaminosas».