(Aica) Al inaugurar el evento, monseñor Vicenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida, reiteró que ese organismo «quiere encarnarse profundamente en la sociedad contemporánea: así lo exigen los tiempos que vivimos y la continuidad con el mandato recibido».
«Al mundo científico, y de modo particular, a nuestra Academia, se le pide hoy que dirija su mirada con decisión hacia el futuro y que trabaje intensamente para construir un mañana mejor para cada ser humano y para el pequeño planeta que habita», evaluó.
En este contexto, monseñor Paglia anunció que la próxima Asamblea de la Pontificia Academia para la Vida tendrá lugar del 27 al 29 de septiembre de 2021 sobre el tema «La salud pública en perspectiva global. El caso Covid-19», con el objetivo de confrontarse con expertos internacionales para «madurar juntos una reflexión articulada sobre el futuro que imaginamos después de la pandemia para proponerla, con responsabilidad y creatividad, a la atención del mundo científico internacional y a toda la comunidad de creyentes».
«Estamos trabajando para que realmente podamos hacer todo lo posible en presencia porque todos necesitamos volver a encontrarnos físicamente», agregó.
M. Therese Lysaught: conexión de la Laudato si’ y Fratelli tutti
La reflexión del seminario se dio a partir de los temas de las dos encíclicas del papa Francisco: Laudato si' y Fratelli tutti, confiada a tres académicos.
En la primera charla, la profesora M. Therese Lysaught, de la Universidad Loyola de Chicago, abordó la conexión entre las dos encíclicas. «El papa Francisco nos llama a una antropología vibrante y poderosa enraizada en la Trinidad, vivida como apertura, acogida, alegría, diálogo, vulnerabilidad, amor, cuidado, interconexión. Pero todavía necesita otra pieza. Porque, ¿qué ocurre cuando nos encontramos con Dios o cuando Dios se encuentra con Dios? ¿Qué otra respuesta puede haber sino alabanza, asombro, maravilla, alegría?», sostuvo la teóloga, y concluyó: «Hoy un siguiente paso sería ver cómo se manifiesta esta actitud en las prácticas concretas de amistad social (entre las personas y con la creación) que recomiendan estos documentos, para promover una ecología integral y sanar la tierra y nuestras comunidades».
Felix Löwenstein: biodiversidad, sistema inmunitario de la tierra
En la segunda charla, el profesor Felix Löwenstein, presidente de la Bund Ökologische Lebensmittelwirtschaft (BÖLW - Alemania), examinó los temas relacionados con la biodiversidad, definida como el «sistema inmunitario de la tierra», porque «también es indispensable para la producción de nuestros alimentos y para la resistencia de los ecosistemas al cambio climático».
No tuvo tiempo para entrar en las consecuencias de la contaminación del agua potable en todos los continentes, pero advirtió acerca de lo que significa el hecho de que a mediados de este siglo habrá más toneladas de plástico en los océanos del mundo que toneladas de pescado.
«Estoy convencido de que la Pontificia Academia para la Vida debe preguntarse cuáles son los vínculos económicos que conducen a tales consecuencias, y según qué principios debemos aprender a reconocer; cuándo una innovación es progreso y cuándo sólo nos acerca al abismo; cómo debemos utilizar la investigación y el conocimiento para hacer justicia a nuestra responsabilidad con el Creador de este mundo infinitamente precioso y hermoso en el que tenemos el privilegio de vivir; y cómo debemos vivir en nuestra Casa Común para poder responder con la cabeza alta a nuestros descendientes cuando nos pregunten qué hemos hecho con los recursos comunes que habríamos tenido que transmitirles», subrayó.
Mounir Farag: lo importante que es cuidarnos unos a otros
En la tercera intervención, el profesor Mounir Farag, catedrático de la Universidad Senghor de Alejandría (Egipto), fundador y director del Instituto San José para la Familia y Pro Vita (Egipto), destacó que «2020 estuvo marcado por la crisis sanitaria masiva de Covid-19, que se convirtió en un fenómeno mundial que traspasó las fronteras. Estos acontecimientos nos han enseñado lo importante que es cuidarnos unos a otros y a la creación en nuestros esfuerzos por construir una sociedad más fraterna. Una cultura del cuidado como medio para combatir la cultura de la indiferencia, el despilfarro y la confrontación tan frecuentes en nuestro tiempo».
Nuevas fuentes de pensamiento para la sed de esperanza
Al concluir el encuentro, monseñor Paglia destacó la importancia de una reflexión teológica y científica capaz de ir más allá de lo «ya conocido», para que intelectuales, humanistas y científicos sean capaces de afrontar los tiempos cambiantes en los que estamos inmersos. En este sentido, recordó que el Papa muestra un camino con sus encíclicas. «A nosotros la tarea de continuar, ampliar el espacio de reflexión sobre todas las dimensiones del término 'vida' a la robótica, la inteligencia artificial, la Bioética Global. Y vemos que todo se sostiene, todo está conectado: se necesitan nuevas fuentes de pensamiento para la sed de esperanza y confianza que hay en el mundo».+