(Aica) «Ahora la preocupación también está ligada a la calidad de las vacunas porque en distintas partes del globo están llegando productos de China, Rusia, India que presentan algunas dudas sobre la eficacia», precisó el purpurado vaticano con ocasión de la Jornada Mundial del Enfermo.
El cardenal Turkson reflexionó sobre la situación de los países más desfavorecidos, al señalar que «el sur del mundo gira la cabeza hacia el norte para conseguir la vacuna, descuidando que podría producirse directamente allí».
«Este sistema ya no es sostenible», sostuvo, e instó a una intervención de los organismos internacionales, empezando por el Consejo de Seguridad de la ONU, a raíz del reciente llamamiento lanzado junto con el presidente de Cáritas Internationalis, el cardenal Luis Antonio Tagle.
«Ha llegado el momento de tomar las riendas, ya que está claro que se trata de una cuestión de seguridad global. La Organización Mundial del Comercio también podría poner de su parte para aflojar las mallas de la propiedad intelectual relacionadas con los medicamentos. Esta práctica es un obstáculo para la producción de vacunas en países distintos de los que actualmente tienen las patentes», subrayó.
El prefecto expresó su confianza en «su» África, al afirmar que en varios países del continente hay laboratorios capaces de poner en circulación la vacuna, facilitando el acceso universal constantemente invocado por el papa Francisco, y consideró que también hay realidades activas en el frente de los remedios naturales que podrían ayudar a tratar el virus.
En este sentido, el cardenal Turkson citó el caso de Senegal, donde este medicamento se ha administrado eficazmente a miles de personas. «No se ha producido ninguna muerte», dijo, recordando que también en Alemania hay estructuras dedicadas al mismo campo. «Estamos viendo si es posible pedir estos productos para llevarlos a los países donde la vacuna no llegará en poco tiempo», anunció.
Documento sobre salud mental a prueba de Covid
Mientras tanto, la Comisión Vaticana Covid-19, deseada por el Papa y dirigida por el cardenal Turkson, observa con preocupación los efectos que la pandemia está causando en la salud mental de las personas. Tanto es así que ha elaborado un documento centrado esencialmente en la convivencia en los espacios domésticos en el momento de la emergencia sanitaria.
«Un documento pastoral y de acompañamiento –precisa el purpurado– que pretende dar ánimos a los que sufren psíquicamente la pandemia y a los que los cuidan». Lo que surge es que la imposibilidad de salir, especialmente cuando la familia no dispone de muchos recursos culturales y materiales, se traduce a menudo en tensiones, agresiones y, en algunos casos, formas de violencia