(CNAd/InfoCatólica) Aunque la falta de participantes suficientes para votar resoluciones ha impedido que tuvieran lugar, conviene recordar que las posibles decisiones que se tomaran tampoco tendrían efecto en términos del derecho canónico: según los organizadores, los debates previos de los cuatro foros sinodales debían discutirse en cambio «sin presión para tomar decisiones».
La «Asamblea Sinodal» está organizada conjuntamente por la Conferencia Episcopal Alemana y el «Comité Central de los Católicos Alemanes» (ZdK).
Al final de la reunión de dos días, los dos vicepresidentes del evento de debate, Karin Kortmann (política del SPD y vicepresidenta del ZdK) y el obispo Franz-Josef Bode (diócesis de Osnabrück) dieron las gracias a todos los participantes. Las conferencias regionales del pasado mes de octubre y la conferencia que ha finalizado hoy han sido «dos importantes estaciones intermedias» para «centrarse en el contenido».
Las conversaciones continuarán del 30 de septiembre al 2 de octubre de 2021. Según Kortmann, para entonces deberían estar disponibles «textos listos para la decisión», lo que debería conducir a «resultados visibles». Kortmann dijo literalmente: «Entonces se tratará de mayorías y votos». El obispo Franz-Josef Bode se mostró muy satisfecho de que se haya producido un «intercambio animado y muy productivo». El encuentro fue, según el prelado «un signo sorprendente de la obra del Espíritu Santo».
El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Georg Bätzing, también dio las gracias a los participantes y habló de «testimonios conmovedores y anuncios claros». Bätzing dijo:
«Todos lo sentimos: hay mucha presión y puedo entender la inquietud. Hemos iniciado este viaje, y al final tomaremos decisiones y tomaremos resoluciones. Lo que me complace especialmente es la buena cooperación de los obispos y los laicos en discusiones objetivas, abiertas y personales. Muchos tienen la impresión de que con el Camino Sinodal estamos configurando el futuro de la Iglesia como una forma de conversión y renovación. Intento dejarlo claro también en mis charlas en Roma».
En los prolegómenos del controvertido evento, presentado por sus organizadores como un «proceso de reforma», el obispo de Ratisbona, Rudolf Voderholzer, había criticado duramente en una carta abierta la falta de transparencia de la Asamblea, que daba la «impresión de despotismo autoritario».
El presidente de la ZdK, Thomas Sternberg, arremetió contra los numerosos críticos de la «vía sinodal» en la jornada de ayer jueves. Dijo que había «comentarios tontos» que acusaban al proceso de avanzar en la «protestantización» de la Iglesia católica. Sternberg también rechazó de nuevo las preocupaciones y acusaciones de que se fundaría una «iglesia nacional alemana» que se separaría de la Iglesia universal intentando cambiar la enseñanza de la Iglesia.
Sternberg no abordó sin embargo el hecho de que el Papa Francisco personalmente en repetidas ocasiones -así como destacados representantes del Vaticano- con palabras y hechos cada vez más claros intervino, corrigió y criticó claramente la «Asamblea Sinodal», que él, junto con el cardenal Reinhard Marx, había anunciado como «vinculante» y con vistas a afrontar «cambio de época».
Como es sabido, una de las consecuencias de estas intervenciones de la Santa Sede, es que la Asamblea no puede tomar decisiones vinculantes, sino sólo votar sus propios textos pero sin efectos canónicos. Sternberg tampoco abordó el hecho de que no sólo el Vaticano y los observadores en el extranjero, sino también varios obispos y teólogos alemanes, así como grupos de laicos, han criticado duramente la Asamblea. A no ser, claro, que lo que dice Sternberg sobre «comentarios tontos» se aplique a estas personas y grupos católicos.