(Aica) Karram sucede a la fundadora Chiara Lubich, en el cargo durante 65 años y a Maria Voce, quien permaneció en el cargo durante 12 años (dos mandatos).
Las elecciones se celebraron ayer, 31 de enero, pero su nombramiento se hizo efectivo recién hoy, tras la confirmación por parte de la Santa Sede, tal como lo exigen los Estatutos Generales de los Focolares.
Las próximas etapas de la Asamblea General de los Focolares son la elección del copresidente, esta tarde, y de los consejeros, el 4 de febrero.
Margaret Karram tiene 58 años, es árabe católica. Nació en Haifa y se graduó en judaísmo en la Universidad Hebrea de Los Ángeles (Estados Unidos). Ocupó diversos puestos de responsabilidad para los Focolares en Los Ángeles y Jerusalén. También ha colaborado en diversas comisiones y organizaciones para la promoción del diálogo entre las tres religiones monoteístas, como la Comisión Episcopal para el Diálogo Interreligioso, en la Asamblea de Católicos Ordinarios de Tierra Santa y la organización ICCI (Consejo Coordinador Interreligioso en Israel).
Trabajó durante 14 años en el Consulado General de Italia en Jerusalén.
Desde 2014 está en el Centro Internacional de los Focolares como consejera para Italia y Albania y corresponsal del diálogo entre movimientos eclesiales y nuevas comunidades católicas.
Habla árabe, hebreo, italiano e inglés. En 2013 fue galardonada con el «Premio Mount Zion» a la reconciliación, que se le otorgó junto con la erudita e investigadora judía Yisca Harani, por su compromiso con el desarrollo del diálogo entre diferentes culturas y religiones.
En 2016 recibió el Premio Internacional Santa Rita por fomentar el diálogo entre cristianos, judíos, musulmanes, israelíes y palestinos, a partir de la vida cotidiana.
Las tareas de la presidenta de los Focolares
Según los Estatutos Generales del Movimiento, la presidenta es elegida entre las focolarinas (consagradas, con votos perpetuos) y será siempre mujer.
Ella – precisa el Estatuto - es un «signo de la unidad del Movimiento»; esto significa que representa la gran variedad religiosa, cultural, social y geográfica de quienes se adhieren a la espiritualidad de los Focolares en los 182 países donde el Movimiento está presente y se reconocen en el ideal de fraternidad que delineó la fundadora Chiara Lubich: «Padre, que todos seamos uno».
Son muchos los compromisos y desafíos que esperan a Margaret Karram en los próximos años: tareas de gobernanza y dirección de un Movimiento con una dimensión global como los Focolares, profundamente inmerso en las realidades y desafíos locales y globales de la humanidad, a partir de esta época de pandemia, destaca la información del Movimiento.
El compromiso primordial de la presidenta, concluye el comunicado, por tanto, es ser constructora de puentes y portavoz del mensaje central de la espiritualidad de los Focolares, dispuesto a practicarlo y difundirlo, como leemos a continuación, incluso a costa de su propia vida.
Los Focolares: carisma y extensión
El movimiento de los Focolares nació en Trento, Italia, en 1943, cuando un grupo de chicas muy jóvenes, lideradas por Chiara Lubich se hicieron una pregunta mientras edificios y escuelas se desmoronaban entre las bombas de la guerra mundial. «¿Habrá un ideal que nunca muera?», se plantearon. Entendieron que la respuesta era: «sí, Dios». Ante la oleada de destrucción, quisieron responder con una oleada de fraternidad.
El movimiento está hoy especialmente extendido en Italia, aunque tiene presencia en 180 países. En todo el mundo pueden superar los 2 millones de simpatizantes, con unos 140.000 «animadores».
La espiritualidad de los Focolares se centra en el fomento de la unidad (lo que implica trabajar mucho el diálogo con quien es diferente y la reconciliación), el agradecimiento a Dios y la devoción a la Virgen María.