(RevistaEcclesia/InfoCatólica) El viernes 22 de enero la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), a través de una declaración emitida por su presidente, el cardenal Jean-Claude Hollerich SJ, advirtió la preocupación existente sobre el hecho de que, entre los estados miembros de la Unión Europea hay una creciente tendencia a «descuidar el derecho fundamental a la libertad religiosa. Este derecho fundamental está protegido tanto en el artículo 9 del Convenio Europeo de Derechos Humanos como en el art. 10 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE».
Esta declaración tiene como objetivo un llamado de conciencia motivado por la propuesta legislativa que se debatirá en Dinamarca próximamente, dicha propuesta exige que los sermones, homilías y discursos que se pronuncien en un entorno religioso (litúrgico) se hagan en danés.
Hollerich explica que la medida «busca prevenir la radicalización y la incitación al odio y al terrorismo, pero, si prospera tendrá un impacto negativo sobre las confesiones religiosas más pequeñas, que no solo no tienen los medios económicos para cumplir, sino que a menudo están formadas por comunidades de inmigrantes».
«Debe evitarse cualquier impacto negativo o discriminatorio respecto a las Iglesias y comunidades religiosas reacias y ajenas a este tipo de acciones, que actúan con espíritu de paz e integración».
Además, hace un llamado a las personas encargadas de elaborar las políticas de lucha contra la radicalización y el terrorismo exhortándolas a tener en cuenta estos derechos que deben ser protegidos por cualquier religión. También se solidarizó con la Conferencia Episcopal Escandinava, y con las comunidades afectadas en Dinamarca. «Debe existir diálogo entre las autoridades y las comunidades afectadas por el proyecto de ley en cuestión».