(ACN/InfoCatólica) Esta medida puede afectar a los deportes en los institutos, a la privacidad de los baños para un solo sexo, a las organizaciones religiosas que reciben subvenciones o son contratistas del gobierno, y a la posibilidad de que los empleados sufran represalias por expresar creencias religiosas «discriminatorias».
«Esta orden ejecutiva es una exageración brutal», dijo John Bursch, consejero principal del grupo legal Alliance Defending Freedom, a CNA el 21 de enero. «Esencialmente tiene el efecto de tomar la palabra 'sexo' y 'discriminación sexual', en cualquier lugar donde aparezcan esas palabras en la ley federal, y convertirlas para incluir la orientación sexual y la identidad de género».
Bursch advierte que la redefinición de sexo de la orden ejecutiva resultará en «un esfuerzo destructivo para reinventar la realidad y perjudicará a la larga a las mujeres y las niñas»
«Redefinir 'sexo'», dijo, «para que signifique 'orientación sexual e identidad de género' no es igualdad, y no es progreso. La razón es que la biología no es fanatismo. Cuando la ley no respeta las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, crea un caos y perjudica a las mujeres y a las niñas». Y añadió que «es lamentable que el gobierno elija ahora esto como el primer acto que va a emprender para 'unificar el país'».
La orden ejecutiva, titulada «Prevención y lucha contra la discriminación por motivos de identidad de género u orientación sexual», declara la política del gobierno de Biden «para prevenir y combatir la discriminación por motivos de identidad de género u orientación sexual, y para aplicar plenamente el Título VII y otras leyes que prohíben la discriminación por motivos de identidad de género u orientación sexual».
La orden aborda el acceso de los niños a los baños, vestuarios y deportes escolares; el acceso a la atención sanitaria y los trabajadores cuya vestimenta «no se ajusta a los estereotipos basados en el sexo», entre otros temas.