El Presidente del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano, Giuseppe Pignatone, a las 4.00 de la tarde, ha leído la sentencia en el juicio por malversación y lavado de capitales contra los responsables del Instituto para las Obras de Religión entre 2001 y 2008, condenando al entonces Presidente Angelo Caloia y al abogado del Instituto Gabriele Liuzzo a 8 años y 11 meses de prisión por los delitos de lavado de capitales, desfalco y malversación agravada, y a pagar una multa de 12.500 euros.
Lamberto Liuzzo, hijo de Gabriele, fue condenado a 5 años y 2 meses y a pagar una multa de 8.000 euros. Dada la edad de Caloia (81) y de Liuzzo (97), no entrarán en prisión.
Los tres acusados han sido inhabilitados a perpetuidad para ejercer cargos públicos. El Tribunal también ordenó el decomiso de las sumas ya embargadas en las cuentas corrientes de los demandados, y ordenó indemnizar al IOR y a la Sgir, la Società per la Gestione di Immobili Roma, filial del IOR, que se había constituido en parte civil en el juicio, por un importe aproximado de 23 millones de euros.
Proceso iniciado en marzo de 2018, tras la denuncia del IOR
El procedimiento se había iniciado en marzo de 2018, tras una denuncia del mismo Instituto para las Obras de Religión, presentada en julio de 2014, por daños y perjuicios relacionados con enajenaciones de inmuebles por valor de 57 millones de euros.