(GaudiumPress/InfoCatólica) El pasado viernes 29 de diciembre Croacia sufrió un terremoto de 6,4 grados de magnitud, que dejó varios muertos y heridos y muchas edificaciones destrozadas.
El obispo de Sisak, cuya diócesis incluye la ciudad que fue epicentro del terremoto, Petrinja, ha convocado a los fieles para realizar dos días de ayuno y oración para orar por las personas fallecidas, sus familiares y todos los que resultaron afectados por el movimiento telúrico.
Esos dos días de oración se llevaron acabo el miércoles 30 y jueves 31 de diciembre, sin embargo, como cristianos sabemos que la tarea de orar por nuestros hermanos no tiene límites de días ni horarios. Es nuestro deber y más en los casos en que es lo único que podemos hacer por ellos.
El terremoto llegó a sentirse en los países vecinos
Monseñor explicó: «Perdimos la catedral y alrededor de una docena de iglesias más, sin contar las capillas, que fueron destruidas por el terremoto y muchas resultaron gravemente dañadas.
Oramos por la fuerza para soportar todo esto fielmente y que en esta tragedia todos seamos valientes y solidarios».
En Croacia se han presentado nuevos sismos de menor intensidad luego del terremoto.
En Croacia la población católica representa casi un 90 por ciento de sus habitantes.