(Sic) «No estén entre los que siembran la desesperación y crean una desconfianza constante, porque esto neutralizaría la fuerza de la esperanza que nos ofrece el Espíritu de Cristo Resucitado. Al contrario, dejen que los llene esta esperanza; les dará el valor de seguir a Cristo y de trabajar juntos con y para los más necesitados, especialmente los que tienen dificultades para enfrentarse a los desafíos de la época actual», lo escribe el papa Francisco en un Mensaje firmado por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano, a los participantes en el 43º Encuentro Europeo animado por la Comunidad de Taizé, que se desarrolla de forma virtual, del 27 de diciembre de 2020 al 1 de enero de 2021.
Mantener la esperanza en todo momento
A los jóvenes que se encontraran virtualmente durante estos días, para reflexionar sobre el tema «Esperar en todo tiempo, favorable o desfavorable», el Santo Padre los «anima y acompaña con su pensamiento y oraciones». Como la actual situación sanitaria no permite el encuentro físico, el Pontífice dice que esto les ha puesto una prueba de creatividad e imaginación: «aunque dispersos, están conectados de una nueva manera gracias a los nuevos medios de comunicación». Y al mismo tiempo esta reunión se extiende a los jóvenes de todos los continentes. «Que estos días en los que rezan juntos y se apoyan mutuamente en la fe y la confianza les ayuden a tener esperanza en los buenos y en los malos tiempos – subraya el Papa – siguiendo el tema que les acompañará a lo largo del año 2021».
Desarrollar una cultura de encuentro y fraternidad
El mero hecho de «encontrarse», se lee en el Mensaje, aunque excepcionalmente de forma virtual, ya les pone en el camino de la esperanza. Y citando la Encíclica Fratelli tutti dice: «nadie puede enfrentar la vida en aislamiento. Necesitamos una comunidad que nos apoye, que nos ayude y en la que nos ayudemos mutuamente a mirar hacia adelante». «La esperanza es audaz – recuerda el Papa – sabe mirar más allá de la comodidad personal, las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a los grandes ideales que hacen la vida más bella y digna. ¡Caminemos con esperanza!».
Que a lo largo de este año continúen desarrollando una cultura de encuentro y fraternidad y caminen juntos hacia ese horizonte de esperanza revelado por la resurrección de Cristo.