(CruxNow/InfoCatólica) Hacer casas de pan de jengibre es una tradición navideña para algunas familias, especialmente aquellas con ascendencia alemana.
Se remonta al siglo XVI y se hizo popular por el cuento de hadas alemán de los hermanos Grimm, «Hansel y Gretel», la creación de casas de pan de jengibre es incluso un desafío en los récords mundiales Guinness.
El poseedor del récord mundial actual, erigido en noviembre de 2013 en el Traditions Golf Club en Byran, Texas, abarca casi 40.000 pies cúbicos. Ese año, la casa de pan de jengibre se utilizó como taller de Santa, donde los visitantes conocieron a Santa a cambio de una donación a un hospital católico.
Mientras que Joel Kiernan, miembro de la parroquia St. Matthew en Allouez, Wisconsin, no buscaba romper un récord mundial construyendo un pan de jengibre, sino que planeaba recaudar fondos para el refugio para personas sin hogar de St. John.
La obra se completó el 21 de diciembre, que también era la fecha límite para comprar boletos para la rifa, lo que generó cerca de 3.890 dólares para el refugio.
Kiernan, estudiante de primer año de la Universidad de Stanford que estudia ingeniería mecánica, acaba de pasar un par de semanas creando una casa de pan de jengibre inspirada en la catedral de Notre Dame en París. El proyecto le vino a la mente mientras descansaba en su estudio.
Según Kiernan, su deseo de hornear una casa de pan de jengibre se remonta a su infancia.
«Cuando era más joven, mi profesión soñada era ser chef», dijo a The Compass, periódico de la Diócesis de Green Bay. Teníamos este libro de cocina de galletas navideñas, y había una cosa en la parte de atrás, que era una versión de pan de jengibre de Notre Dame. Hablaron sobre cómo hacerlo y tenían fotografías».
Kiernan dijo que le dijo a su madre que un día construiría la catedral con pan de jengibre.
«Con el paso de la vida y el tiempo, convertirse en chef se convirtió en algo del pasado», dijo. «Ahora me estoy preparando para ser ingeniero en la Universidad de Stanford, pero todavía disfruto cocinar y hornear».
La pandemia y sus vacaciones motivaron a Kiernan a revisar el proyecto del pan de jengibre.
«Con COVID, tengo unas vacaciones de invierno bastante largas, terminé (las clases) antes del Día de Acción de Gracias y no empiezo hasta después de Navidad, así que estaba pensando, “Bueno, ¿qué voy a hacer con mi tiempo?” No puedo quedarme sentado durante siete semanas».
Fue entonces cuando la idea lo sacudió: «Puedo hacer una ambiciosa casa de pan de jengibre. Puedo hacer esa catedral de pan de jengibre» pensó.
Sin embargo, Kiernan dijo que no quería comenzar el proyecto solo por hacerlo. «Dije: No voy a pasar horas y horas construyendo la cosa solo para poder mirarla por un par de semanas más. ... Quería que significara algo más grande».
St. John's Homeless Shelter, que ha estado sirviendo a la población sin hogar de Green Bay desde 2007, «simplemente se me ocurrió».
«Hubo un corolario con una casa de pan de jengibre y personas sin hogar», dijo. Entonces se puso en contacto con el refugio para ver si su proyecto podría ser algo que valiera la pena para el refugio.
A Alexa Priddy, directora de participación comunitaria en el refugio, le encantó, dijo Kiernan. «Así que diseñamos de manera muy colaborativa toda esta idea de cómo publicitarla, con actualizaciones diarias».
La casa de pan de jengibre mide aproximadamente 20 pulgadas por 12 pulgadas por 12 pulgadas y tomó casi 10 libras de harina, cuatro frascos de melaza y aproximadamente media taza de canela «y muchas otras especias». Sin embargo, la casa de pan de jengibre no es comestible porque Kiernan usó pegamento en su construcción.
Le dijo a The Compass que el proyecto tenía «puntos desafiantes», pero que durante el último trimestre de la escuela estaba resolviendo «problemas de cálculo que requieren cierta atención a los detalles».
Esto se transfirió «más decentemente» al proyecto del pan de jengibre, dijo. «Cómo implementar correctamente el pan de jengibre es en realidad una especie de curva de aprendizaje, pero después de hacerlo durante tres o cuatro días, me siento como un experto en pan de jengibre».
Hijo de Dan y Rose Kiernan, Joel tiene tres hermanos y se graduó de Green Bay East High School en 2019.
Se tomó un año sabático antes de ingresar a la universidad para viajar a China. La experiencia se truncó debido al brote de COVID-19, que comenzó en China y le obligó a regresar a casa en enero de 2020.
Joel Kiernan dijo que su fe lo ha ayudado a comprender la importancia de cuidar a los demás. La asociación con el refugio para personas sin hogar de St. John es solo una extensión de vivir su fe, dijo.
«Lo que he llegado a apreciar ... sobre la fe y la religión es que se trata de mirar más allá de uno mismo. Es cuidar de la otra persona, como ver el rostro de Jesús en cada persona.
Creo que definitivamente ha sido una razón por la que hago proyectos como este. También he realizado otros proyectos, y la religión juega un papel importante en eso, solo en términos de aspirar a mirar más allá de uno mismo y tratar de ayudar a los demás».
