(Asia News) Mons. Guggerotti fue nuncio de Bielorrusia de 2011 a 2015, antes del húngaro Gàbor Pintér y del actual nuncio, el croata Ante Jozic, que llegó a Minsk hace poco más de un mes. Después de su desempeño en Minsk, Guggerotti sirvió como nuncio en Ucrania.
Según varias fuentes, Lukashenko dijo estar muy satisfecho con la decisión del Papa de enviar al ex nuncio: «Me alegro de conocerle, tengo recuerdos positivos de reuniones, negociaciones y conversaciones con usted, cuando llevó a cabo su ministerio aquí. Siempre digo que el actual papa Francisco es nuestro Papa; desde mi punto de vista es una persona del pueblo, me siento en sintonía con él».
El batka bielorruso le rogó a Guggerotti que transmitiera al Papa sus mejores deseos para el año nuevo y el deseo de que goce de muy buena salud: «Si se enferma, no se preocupe: estamos dispuestos a acogerlo y cuidar de él, porque somos capaces de curar a las personas. Ahora, sin embargo, es mejor no enfermarse, viene la Navidad, las Fiestas, no hay tiempo para enfermarse... de todas maneras, si lo hiciera, que venga a vernos inmediatamente».
El presidente explicó al nuncio que la situación del Covid-19 se está estabilizando en Bielorrusia: «podemos alegrarnos: en las últimas dos semanas, no hemos tenido ningún aumento de casos positivos, en general las cosas van bien, y sobre todo la incidencia de la neumonía está disminuyendo, con solo 20-40 casos al día», señaló, citando el canal Pul Pervogo de Telegram. Cabe recordar que cuando se produjo la primera ola de casos, Lukashenko ya había afirmado que «el virus es para los débiles, para nosotros es suficiente con añadir alcohol al vodka».
Por su parte, Monseñor Guggerotti recordó que durante su mandato en Bielorrusia se trabajó asiduamente para desarrollar las relaciones entre el país y el Vaticano, y Lukashenko respondió que «lamentablemente se fue demasiado pronto, después de Gran Bretaña debería volver de nuevo a Bielorrusia, tenemos muchas cosas de las que hablar». El nuncio respondió bromeando que después de Londres podría retirarse: «Allí arriba nunca se ve el sol, es peligroso para la salud». El arzobispo explicó que el Papa desea ardientemente celebrar la Navidad junto a los fieles, pero desafortunadamente las medidas sanitarias no lo permiten.
El viaje de Guggerotti constituye la segunda misión especial emprendida por el Vaticano después de la que tuvo lugar el 31 de agosto pasado, para lograr el regreso del arzobispo metropolitano de Minsk. Mons. Tadeusz Kondrusiewicz sigue exiliado en Polonia, tras ser acusado por Lukashenko de «haber viajado para recibir órdenes en Polonia». Del 11 al 14 de septiembre pasado, Monseñor Paul Richard Gallagher, secretario del Vaticano para las relaciones con los Estados, visitó Minsk, pero las conversaciones con las autoridades locales, incluido el ministro de relaciones exteriores Vladimir Makeev, no dieron ningún resultado visible. Por su parte, en los últimos días, Kondrusiewicz hizo saber que había remitido al Papa una petición para renunciar a su cargo. El próximo 3 de enero el arzobispo de Minsk cumplirá 75 años, la edad límite para desempeñarse como obispo de acuerdo con el Derecho Canónico.