(Notivida/InfoCatólica) Tras la intervención de los especialistas, tomaron la palabra algunos senadores y luego se comenzó a girar el dictamen para su firma.
Expositores
Rodolfo Barra, ex juez de la Corte, ex ministro de Justicia, convencional constituyente en el 94: «desde la concepción hay vida humana», resaltó que así lo dice la Academia Nacional de Medicina. «Tal humanidad es reconocida por nuestro ordenamiento jurídico». «La ley 23.849 afirma que se es niño, a los efectos de la Convención de los Derechos del Niño, desde la concepción», «esa ley tiene jerarquía constitucional». «La vigencia de un tratado resulta de un procedimiento federal complejo» dijo y describió los pasos de ese proceso.
«La norma, por ser vigente, es aplicable en la totalidad de su contenido». «La aprobación es el consentimiento que da un estado parte para obligarse por el tratado». «Lo hace obligatorio para el estado en los términos del consentimiento otorgado». «Las reservas son las condiciones en las que el estado se somete al tratado, es una declaración unilateral, cualquiera sea su enunciado o denominación». «La CDN entra en vigencia por el depósito del instrumento de ratificación», en Argentina la Ley 23.849. «Ningún estado rechazó la reserva argentina». «La ONU la aceptó y la notificó a los otros estados parte». «La reserva está ajustada al propósito de la CDN, definido en su Preámbulo».
Recordó que la CDN tiene la misma jerarquía que la Constitución «en las condiciones de su vigencia» y que «esas condiciones se refieren a la vigencia para Argentina». Aclaró que la ley 23.849 establece el término inicial del concepto jurídico de niño. Señaló también que lo mismo ha hecho Guatemala, entre otros signatarios, y en sentido contrario Francia, que dejó asentado que la CDN no puede ser interpretada en contra de la legalización del aborto. Destacó que la Constitución Nacional le otorga al niño derechos subjetivos y que sería una contradicción que la madre después lo pueda abortar. Recordó las palabras del Ministro de Salud -en la hipótesis del que el por nacer fuera un niño- pero dijo que técnicamente no es un genocidio, pero sí «una terrible acción de mortandad serial».
Dorothy Estrada-Tanck, Miembro del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Discriminación hacia Mujeres y Niñas: dijo que daba la mirada del Grupo que integra junto a otros 4 miembros. Destacó que la postura del Grupo es de apoyo al aborto, ya que lo consideran «un avance en los derechos humanos de mujeres y niñas» porque: 1) daría cumplimiento «al derecho a la salud sexual y reproductiva», 2) beneficiaría «la igualdad, la no discriminación y la justicia social», 3) favorecía el derecho a la «autonomía reproductiva».
Pilar Vázquez Calva, mexicana, Abogada especializada en los derechos humanos de las mujeres: «La mortalidad materna en Ciudad de México es más alta que en otros lugares donde el aborto no está despenalizado». «No hay supervisión de las clínicas privadas que hacen abortos». «No hay un registro confiable de muertes por aborto mal realizado». «Las problemáticas de violencia contra la mujer no sólo no se han solucionado, sino que han ido en aumento».
«México no es un ejemplo a seguir». Destacó que, en su Ciudad, en los últimos 13 años y con el aborto despenalizado, se calcula que hicieron 1.5 millones de abortos. Tienen una de las tasas más alta de aborto: 54 por cada 100.000 mujeres en edad reproductiva. Reiteró que dijeron que iba a reducir la mortalidad materna y que, por el contrario, se elevó. En México «se legalizó la clandestinidad» se le mandan los fármacos para que hagan el aborto en la casa. «La despenalización no ha sido una estrategia exitosa». «Hay que mejorar la atención médica, tener personal capacitado en la atención de embarazos de alto a riesgo y centros de salud en zonas remotas».
Mario Sebastiani, Ginecólogo del Hospital Italiano: «¿estamos ante un planteo moral o ético?» Definió a la moral como «usos y costumbres» y a la ética como «una disciplina racional y crítica». Reiteró que con el aborto penalizado «tenemos cada vez más abortos». Aclaró que se considera aborto cuando no hay viabilidad, porque si la hay ya no es aborto. «Si la mujer tiene libertad para tener hijos también la tiene que tener para no tenerlos». «Todos queremos proteger a los embriones, pero eso se hace con ESI y anticoncepción universal». «El aborto es 14 veces menos peligroso que el embarazo». Dijo que la objeción de conciencia no puede ser «una herramienta para moralizar a las mujeres».
Ana Correa, escritora feminista autora de «Somos Belén»: «se dice que no hay mujeres presas por aborto, pero Belén estuvo presa». «Las grandes ausentes del debate son las víctimas del aborto clandestino». «En Tucumán se siguen persiguiendo los abortos espontáneos». Habló del caso de Ana Acevedo, entre otros. «Legalizar el aborto es defender la vida, la clandestinidad mata y tortura».
Carolina Pavía, Psicóloga: Lleva 20 años trabajando en la rehabilitación terapéutica post aborto. «La práctica biológica tiene improntas en la mente de la mujer». «El cuerpo graba en la memoria el momento de la detención de la gestación del bebé». «Sabemos que es un bebé, sabemos que es un hijo». «Hay videos universales y científicos que muestran que el bebito está protegido por un saco embrionario que evita su daño».
«La naturaleza busca que se evite el daño». «Con el aborto se rompe el primer vínculo social: madre-cría». «Hay un abuso de poder, una asimetría usada contra la vida en su etapa más temprana». «Se extermina la vida de un ser humano en el vientre materno». Describió su experiencia con las mujeres que abortaron, a las que siempre acompaña y escucha. Mencionó que otros profesionales les dicen que aborten «que no pasa nada» y tiene el caso de una paciente que después trató de suicidarse. «El aborto no es la interrupción sino la terminación del embarazo, terminación es fin y si es un ser vivo, es su muerte».
«El cuerpo registra esa impronta de muerte». «El cuerpo tiene memoria, la usamos para bailar y andar en bicicleta, pero no para lo que es una aberración». «Somos una unidad mente y cuerpo». Contó el caso de una mujer a la que la reminiscencia post traumática del aborto no le permitía escuchar el sonido del extractor de saliva del dentista, porque le recordaba el ruido de la aspiración del bebé.
Estela Sacristán, Directora de la diplomatura de Derecho Constitucional UA, miembro de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales: se refirió a los artículos que interesan especialmente para el resguardo de coherencia o congruencia. Resaltó que se habla de los compromisos asumidos por el estado argentino, pero que hay tratados internacionales que van en dirección contraria al proyecto. «La finalidad de la ley es reducir la mortalidad y morbilidad prevenible, pero esto se hace a costa de la mortalidad del por nacer».
Respecto a los derechos protegidos se habla sólo de las mujeres y se omite al por nacer que no tiene ningún derecho; lo que es contario a los tratados y a varios fallos de la CSJN, mencionó los casos Silvia Tanus, Berta Sánchez e incluso -y lo subrayó- FAL. «La ley se declara de orden público o sea no se pueden evadir los efectos de la ley». «Este es el gran paraguas en el que se aloja el microcosmos de la autonomía de la mujer». «¿Qué significado jurídico tiene que sea de orden público un proyecto que modifica al Código Penal?» «los otros artículos del Penal no son de orden público». «El orden público tiene como límite la justicia y no es justo eliminar una vida inocente».
Lisandro Gómez, Abogado, vicepresidente del Instituto Laico de estudios contemporáneos: dijo que a los tratados se le pueden introducir reservas que son actos unilaterales que emanan del Congreso. «En sentido amplio las declaraciones interpretativas también se suelen considerar reservas», dijo al inicio, pero puntualizó que las declaraciones no producen efecto en el ámbito internacional y son pasibles de revisión por parte del Congreso. «No pueden ser invocadas para el incumplimiento de otras obligaciones».
Contrastó después la CDN con la CEDAW. Según Gómez «son dos instrumentos internacionales de igual jerarquía que consagran derechos aparentemente opuestos». Concluyó que «ningún derecho es absoluto».
Fernando Toller, Abogado, Profesor de Derecho constitucional y Derechos humanos de la UA: Remarcó que «es un proyecto de ley muy extremo» y llamó a leer las obligaciones que se incorporarían. «Es una ley que fomenta el aborto». «Sería la ley de aborto más extrema del mundo occidental», mencionó leyes de otros países. Reflexionó sobre la amplitud del concepto de salud integral y citó cifras de la provincia de Buenos Aires, donde el 97% de los abortos se acogen a ese supuesto.
Hizo hincapié en la supresión de la expresión «que no pueda ser evitado por otros medios» del actual Código. «Se le generan un montón de obligaciones a los médicos que tienen que cumplir contra reloj o cometen delito». «Se prohíbe la consejería pro-vida». «Un médico puede ser encarcelado por hacer un aborto y también por no hacerlo». «Obliga a las instituciones privadas, incluso confesionales» y graficándolo preguntó «¿por qué cuatro personas que se asocian pierden sus derechos?». «Se elimina la exigencia de que el aborto sea practicado por un médico diplomado y se amplía a todo personal de salud» «¿no queríamos ‘abortos seguros’?». «La regla del proyecto no es el derecho a vivir del ser humano no nacido, sino su eliminación».
Eleonora Lamm, Doctora en derecho y bioética, Universidad de Barcelona: Dijo que habían tenido muchos expositores, pero les faltó escuchar «las voces de las víctimas del aborto clandestino». «El dogma no da respuestas, impide que nos hagamos preguntas». Aseguró que las personas abortan, aunque haya complicaciones para hacerlo. «La criminalización parece que les da cierto poder, es paternalismo sobre nuestras decisiones». «No reconocer el derecho es no entregar el poder y eso no es ético». «La clandestinidad puede ser segura y amorosa, pero también puede ser maltratadora». «No es ético forzar maternidades no buscadas». «La fuente de nuestra moralidad no puede ser un despotismo divino». Remarcó que «el estado es laico».
Eduardo Menem, ex senador, presidente de la Convención Constituyente del 94: destacó que desde el 2018 nada cambió y cuestionó la insistencia con el tema. Para fundar su postura desde lo biológico se remitió a las incontrastables declaraciones de la Academia Nacional de Medicina. Subrayó que cuando se habla de la «autonomía de la mujer» se obvia «la otredad», al otro. Mencionó artículos del Código Civil de 2015 y una nota de Vélez en el Código anterior que dice: «las personas por nacer no son personas futuras», denunció que ahora pretenden establecer un inicio retardado de la vida sin modificar el Código Civil.
Señaló que «la ley va en contra del bloque de constitucionalidad» y de los tratados internacionales de derechos humanos que «curiosamente» invoca el proyecto. Destacó entre ellos, a la Convención Americana de Derechos Humanos y a la Convención de los Derechos del Niño con su Ley aprobatoria (Ley 23.849), que establece «la forma en que la Convención rige para Argentina». «El tratado de Viena dice que cualquier declaración constituye una reserva». «Desde la concepción debe ser respetado el niño por nacer».
Luis Pedernera Reyna, Presidente del Comité de los Derechos del Niño de la ONU: «Somos el órgano creado por la Convención». «Somos el órgano de control de la aplicación del tratado». «Somos la autoridad competente para interpretar la Convención». Volvió a descalificar la declaración contenida en la Ley 23.849 y otra vez la tildó de «mito». «No puede haber declaraciones que vayan en contra de los principios de la Convención». «Los tratados se hacen para cumplirse».
Expresó que, si el estado argentino no quiere que tengan peso tanto el Tratado como las recomendaciones del Comité, debe denunciar el Tratado. Resaltó que la «ley en discusión está alineada con las recomendaciones del Comité». Mencionó finalmente que ellos no hacen recomendaciones para el Gobierno argentino, sino para el Estado. Un Estado que también integra el legislativo.