(Agencias/InfoCatólica) Las intervenciones, y consiguiente debate y polémica, versaron sobre la constitucionalidad del proyecto, las consecuencias de la criminalización del aborto, y la consideración o no de la vida humana desde la concepción. Los senadores y senadoras tuvieron dos oportunidades para intervenir con preguntas.
En la segunda jornada de debate intervino Pablo Garat, decano de la Facultad de Derecho de la UCA y profesor de derecho constitucional, para quien «todo nuestro orden jurídico se apoya en un principio, el del interés superior del niño». Según el abogado, las sugerencias de los organismos internacionales sobre la despenalización del aborto «son recomendaciones u observaciones, que se deben ordenar a algo que es previo, que son las obligaciones que surgen de la propia convención». Minutos más tarde, cuando hubo lugar para las preguntas, el senador Jorge Taiana retomó el tema y aclaró que «no estamos hablando de organismos externos que quieren imponer normas, sino de compromisos asumidos por la Argentina».
El abogado Andrés Gil Domínguez, quien fue convocado para exponer su punto de vista durante el debate, también le respondió a Garat sobre la cuestión de la constitucionalidad del proyecto de Ley IVE: «desde el punto de vista de la convención de los derechos del niño no hay ningún tipo de incompatibilidad con el proyecto que se está discutiendo, al contrario, estamos honrando el derecho a la salud de las niñas, las mujeres y las adolescentes, en garantía de la igualdad y de la no discriminación».
En el mismo sentido que Garat expuso el abogado constitucionalista Alberto Bianchi, que citó a Aristóteles y al principio de no contradicción para referirse a la consideración de la vida humana desde la concepción: «vamos a ser y no ser al mismo tiempo, porque la constitución nacional va a decir una cosa y el código penal va a decir una distinta». Para argumentar su posición en contra del proyecto, el especialista comparó la viabilidad -cualidad de permanecer con vida- de una persona que depende de una medicación con la de un embrión que depende del cuerpo de una persona gestante. «Cuando a mi hermano le diagnosticaron cáncer, el médico me dijo desde el primer día que no era curable: ¿perdió el derecho de ser persona por necesitar de un tratamiento?», señaló Bianchi, quien concluyó su discurso son una pregunta que él mismo respondió: «¿Cuántas mujeres quieren abortar porque no tienen un hombre suficientemente valiente al lado de ellas? Esos varones están de fiesta en este momento con esta Ley».
Votación incierta
Todavía no está claro hacia dónde se decantará el voto en el Senado. Hace dos años, dicha cámara vetó la ley que había recibido la media sanción de Diputados. En esta ocasión, los proabortistas creen tener seguro el sí, pero no se sabrá hasta que se vote.