(Cope) España dedica diez veces más dinero al aborto que en ayudas a las mujeres embarazadas, según el informe que RedMadre ha presentado este martes, 15 de diciembre. El gasto en políticas de apoyo a la maternidad ha descendido más del 40% entre los últimos años.
Unos datos que ha lamentado profundamente en Aleluya el obispo de Canarias, Mons. José Mazuelos, que también ocupa la presidencia de la Subcomisión Episcopal Familia y Defensa de la Vida, pero que sin embargo no le ha sorprendido, a juzgar por algunas medidas adoptadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, como la futura ley que regulariza la práctica de la eutanasia o la próxima reforma de la ley del aborto que anunciaba la ministra de Igualdad, Irene Montero.
«Un gobierno que permite la injusticia de que se pueda abortar a los cinco meses y medio a personas con Síndrome de Down, hace que todas las puertas estén abiertas. Que luego no digan que creen en la solidaridad o la igualdad. Quieren imponer una serie de cosas para argumentar que son de izquierdas porque se meten con las leyes morales de la Iglesia», sostiene Mons. Mazuelos.
Para obispo de Canarias, no es concebible hablar de justicia ni de humanidad cuando «se quieren imponer reformas tan injustas como las del aborto, la ley de eutanasia, o imponer una ley sobre la transexualidad».
Volviendo al informe presentado por RedMadre, Mons. José Mazuelos apunta en Aleluya que a los gobernantes no les interesa ayudar a las familias, ya que ello implica destinar más recursos económicos, siendo más barato promocionar el aborto: «Para los Síndromes de Down habría que buscar estimulaciones precoces, psicológicas, ayuda a las familias… pero eso vale mucho dinero, y es mejor quitárselos del medio. Esto es pisotear la dignidad de los más débiles. Se gastan más dinero en eso que en las familias», lamenta el obispo.
El prelado ha añadido que la familia siempre está en el último lugar de las administraciones públicas, pese a ser el cimiento de la sociedad: «Cuando llegan las crisis económicas como esta que vivimos como consecuencia de la pandemia, son las familias las que ayudan a los más necesitados. Ahora se quiere permitir que las chicas menores de edad aborten. Si hay complicaciones en el parto… ¿irá la ministra al hospital a cuidar a la chica o irá la familia? Nuestra sociedad se cimienta en la familia, pero esto molesta a las bases marxistas, porque ayuda a crear y crecer en un modelo de dignidad. Lo que quieren algunos es crear individuos separados, materialistas que sean fácilmente manipulados por los medios de producción».