(Efe/La Razón) PP y Vox, que defendieron sendas enmiendas a la totalidad del proyecto, han mantenido su oposición al texto, según han informado a Efe fuentes parlamentarias, pero la ley seguirá su tramitación con el aval de la mayoría de la Cámara.
Entras las principales enmiendas introducidas hoy está la posibilidad de que la eutanasia se practique en el domicilio del paciente, y no solo en centros sanitarios, como señalaba el proyecto inicial registrado por el PSOE. Presentaron enmiendas con ese objetivo el grupo socialista junto a Unidas Podemos, Ciudadanos, el grupo Plural y EH-Bildu.
Los grupos han apostado asimismo por potenciar el papel de las instrucciones previas, pensando en las personas que se encuentra en una situación de incapacidad que les impide solicitar la prestación, pero que en su momento dejaron constancia de su voluntad.
También se ha precisado la composición técnica de las comisiones de garantía y evaluación que deben crearse en las comunidades autónomas y que se encargarán de vigilar que en cada caso concurren los requisitos para solicitar la ayuda para morir, de resolver reclamaciones cuando se deniegue la prestación y verificar después que la eutanasia se ha practicado de acuerdo con la ley.
Pasa a la Comisión de Justicia
Según apuntan las fuentes consultadas, se busca además una terminología y unos procesos respetuosos con las personas con discapacidad, garantizando el ejercicio libre y autónomo de sus derechos sin estigmatizar ningún tipo de vida. El dictamen pasará ahora a la Comisión de Justicia, y varios grupos parlamentarios han avanzado ya que mantendrán vivas enmiendas para intentar reformar aún el texto.
La ley fija los requisitos para que una persona pueda solicitar y recibir la ayuda necesaria para morir, prestación que se incluirá en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud.
El proyecto cuenta con el apoyo de la mayoría parlamentaria, pero el PP y Vox mantiene su rechazo a la eutanasia y reclaman una ley basada en los cuidados paliativos.