(Efe) El objetivo del acuerdo es acabar en cuatro años con todos los imanes procedentes de Turquía, Marruecos y Argelia, muchos de los cuales predican una doctrina radical.
Macron encargó a los dirigentes del Consejo Francés de Culto Musulmán (CFCM) la elaboración de una «carta de valores republicanos» que separe religión y política, acepte los principios del país y acabe con la injerencia de potencias extranjeras.
La medida se inscribe dentro de la voluntad del presidente francés de acabar con las influencias radicales de algunos clérigos en su plan para luchar contra el terrorismo islamista.