(Agencias/InfoCatólica) En concreto, el 50 % de los sitios de vídeos pornográficos incluyen contenido con representaciones de actos sexuales sin consentimiento de la mujer, con términos como «violación», «violación en grupo», «abusada» o «forzada». Además, en casi todos estos sitios los menores son testigos de expresiones vejatorias para las mujeres, con calificativos denigrantes como «guarra, perra, petarda, puta, putón, tonta o zorra».
El presidente del CAC, Roger Loppacher, ha calificado de «especialmente grave» esta situación y ha advertido de que «no podemos aceptar que esta representación sea un modelo para los menores», ya que este tipo de contenido «puede perjudicar en su desarrollo».
La mitad de los vídeos, apunta la investigación, van incluidos en las categorías y etiquetas que constatan falta de consentimiento. Violación, violación en grupo, abusada o forzada son algunos de los términos en los que se recogen cerca de 35.000 vídeos en una de las páginas estudiadas.
Ante estos datos, el Colegio Oficial de Psicología de Cataluña ha alertado de que la pornografía en menores «les impone una sexualidad impropia a su edad, fomenta las relaciones sexuales precoces y descontextualizadas» y contribuye a aumentar los casos de abusos sexuales y las conductas relacionadas con estereotipos de género y violencia machista.
Pornografía y menores de edad
Aunque las herramientas de contabilización no ofrecen datos segmentados por edad, el CAC ha sostenido que diferentes estudios y encuestas hacen evidente que el acceso de menores a contenidos pornográficos «es habitual».
«Los menores tienen acceso, sin ninguna restricción, a numerosos contenidos que, aunque sea ficticios, transmiten un relato que puede normalizar la desigualdad e incluso actos de violencia machista», ha defendido Loppacher, que ha pedido que se establezca la normativa de la Directiva europea para que establezca «medidas eficaces» que eviten el acceso de menores a estos contenidos audiovisuales.
El CAC ha remitido el informe al Gobierno de Cataluña y al Parlamento, y se ha dirigido a las empresas titulares de los sitios web y de la red social analizados en el informe para advertirles de la ausencia de mecanismos de filtrado adecuados para evitar que los menores puedan tener acceso a contenidos para adultos.