(Abc) Históricas dirigentes del PSOE, como Ángeles Álvarez o Amelia Valcárcel, han registrado ayer en el Palacio de La Moncloa una carta dirigida al Gobierno de Pedro Sánchez para pedirle que no se descuelgue del feminismo secular, una posición que siempre ha asumido el socialismo en España.
Según lo que denuncian estas mujeres, bajo la etiqueta de la identidad de género, lo que se pretende por parte del Ministerio de Igualdad con la tramitación recientemente iniciada para aprobar en breve la Ley para la Igualdad Plena y Efectiva de las Personas Trans «es un imposible: la autodeterminación del sexo y el borrado de la identidad sexual de las personas». De hecho, según la ley una persona por ejemplo puede cambiarse el sexo en el DNI con solo pedirlo, sin un informe médico ni hormonal sobre la situación que atraviesa para cambiar el sexo con el que nació, su sexo biológico.
Igualdad también recoge en la legislación que los menores de edad puedan rectificar el sexo en el Registro Civil sin el consentimiento de sus padres, una situación que levanta ampollas también entre los colectivos de padres.
En dicha carta al Gobierno, se analizan las incoherencias y peligros de la denominada «ley trans», que parte de la confusión entre sexo y género, y que pretende introducir conceptos ambiguos y jurídicamente inseguros como «identidad de género» o «género sentido» (que es algo así como el género sin necesidad de informes médicos ni hormonas en la transición de género).
«Negar la relevancia del sexo, encaminándonos hacia una supuesta autodeterminación de éste según el género elegido, colisiona con las leyes de igualdad y de violencia de género, y condiciona aspectos y olvidos en las leyes de libertad sexual o de protección de la infancia, como algunos juristas vienen apuntando», dicen las firmantes.
También resaltan que iniciativas legislativas que sustituyen el sexo por el género sentido vulneran derechos de las mujeres, como el mantenimiento de los espacios reservados, las cuotas, las ayudas, la diferenciación por sexos en competiciones deportivas o los datos desagregados por sexo. Asimismo, subrayan la necesidad de investigar los efectos a largo plazo de la medicalización y hormonación de la infancia etiquetada como «trans». Del mismo modo, denuncian la malinterpretación del lenguaje inclusivo que acaba ocultando a las mujeres: «Las mujeres no somos cuerpos feminizados, ni progenitor gestante, ni cuerpos menstruantes», alegan.
En la misiva a Sánchez, al que piden que paralice esa norma que Montero prevé sacar adelante «lo antes posible», según su intención, exigen que se convoque a asociaciones y personas expertas de todos los ámbitos implicados: asociaciones feministas, asociaciones LGTBi, profesionales de la Psicología, la Medicina, el ámbito jurídico…, abriendo a la ciudadanía la información precisa para los debates pertinentes ante una situación grave y que compromete a nuestra juventud y a las generaciones futuras.
El escrito está firmado por ocho mujeres: Amelia Valcárcel , Ángeles Álvarez, Laura Freixas, Marina Gilabert, Alicia Miyares, Rosa María Rodríguez Magda, Victoria Sendón de León, Juana Serna.