(Vatican.news) El Vaticano afirma que «la Santa Sede está preocupada porque se ha prohibido al arzobispo regresar a Bielorrusia y está haciendo todo lo posible para corregir cuanto antes la situación existente y que el obispo pueda volver al servicio de su grey». Estas declaraciones revelan cierto optimismo sobre un resultado positivo de las negociaciones. En este momento, el Vaticano considera inaceptables las condiciones establecidas para el regreso del prelado a su patria, y espera la evolución de la situación.
Mons. Kondrusiewicz fue detenido en la frontera bielorrusa el 31 de agosto y desde entonces se ha visto obligado a exiliarse en Polonia. El arzobispo también realizó varias visitas a Lituania, país donde estudió en el seminario durante los años soviéticos y al que está especialmente apegado.
La Santa Sede envió a Minsk al secretario Mons. Gallagher en visita oficial del 11 al 14 de septiembre pasado, junto con Mons. Antonio Mennini, que fue nuncio en Moscú durante varios años cuando Kondrusiewicz era el arzobispo local. El 11 de octubre finalmente llegó a Minsk el nuevo nuncio apostólico, el arzobispo Ante Jozic y las iniciativas diplomáticas del Vaticano en Bielorrusia se encuentran, por lo tanto, en su máximo potencial. El país, la antigua Alba Rutenia donde el catolicismo siempre estuvo muy presente y activo, está transitando una situación muy difícil en este momento.