(Naiz/InfoCatólica) El todavía obispo de Bilbo ha señalado que está «encantado» con Joseba Segura, que «ha sido un regalo de Dios» y le ha ayudado «enormemente». Según ha destacado, han trabajado en «perfecta sintonía, codo con codo».
A su juicio, Segura está «perfectamente cualificado» para ser un «excelente» obispo de Bilbao. «Yo se lo he dicho, él se ruboriza cuando se lo digo, pero cuando me preguntan, con esta verdad y sinceridad lo contesto», ha añadido.
Iceta ha señalado, tras su designación para dirigir la archidiócesis de Burgos, que siempre están «disponibles, con la maleta casi hecha» porque «te necesitan en un sitio y de repente te necesitan en otro».
En este caso, ha asegurado que ser arzobispo metropolitano es una «responsabilidad mayor» y lo asume con «un doble sentimiento, de agradecimiento, de alegría por servir a la querida iglesia de Burgos», pero también «con un pellizco en el corazón porque, por donde se pasa, se dejan trocitos de corazón».
Tareas pendientes
«Doce años en Bilbao, haces muchas relaciones, conoces muchas personas, hay muchas historias humanas, muchas interrelaciones que convergen en la propia vida. Tengo el consuelo de que voy a estar cerca», ha manifestado el gernikarra, quien ha señalado que lo que ha quedado pendiente es concluir la remodelación pastoral, que es una de las tareas que se habían marcado: «hacer una Iglesia más fraterna, más a la medida actual, más participativa».
El segundo reto que tenía era el plan de evangelización y, al llegar la pandemia, se plantearon hacer un paréntesis porque «han venido elementos que han venido para quedarse» y toda la parte «telemática, online ha hecho presencia». «Es una nueva forma de hacer catequesis que va a combinar lo presencial y lo telemático», ha añadido.
Tras recordar que fue obispo de Bilbao con 42 años y lo deja con 55, ha afirmado que deja en la diócesis «una parte de cuánta más energía tiene uno» y ha asegurado que la relación con una diócesis es de «mutua creación». Iceta ha indicado que ha crecido en «sensibilidad social» porque la Iglesia de Vizcaya es «muy comprometida con el tema social» y también en organización comunitaria, porque todo se hace en «grupos, equipos, dialogando mucho».
«He crecido también en capacidad de desprendimiento, de propios estilos, de propias formas de hacer, he crecido en humanidad porque el trato con los demás y ver mundos de exclusión y de sufrimiento te cambia por dentro y he crecido en fe, en esperanza», ha añadido.
Asimismo, ha destacado que también ha aprendido a afrontar crisis y dificultades. «Estos doce años de estancia en Bilbao los veo como una grandísima bendición de Dios», ha manifestado.