(Verdad en Libertad) Los obispos de Panamá aseveraron que «no es aceptable que un organismo internacional o un grupo concreto de ciudadanos, quieran imponer a un país la forma de entender el matrimonio y la familia», en un comunicado. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizó una audiencia el 2 de octubre pasado en el país con representantes del Estado y de la comunidad LGBT para debatir el las uniones homosexuales.
Los prelados defendieron la familia natural y reiteraron su oposición a llamar a este tipo de unión «exactamente matrimonio», en el texto firmado por el presidente de la Conferencia Episcopal de Panamá (CEP), Rafael Valdivieso, frente al debate por la aprobación del gaymonio en el país. Según medios locales, ese 2 de octubre personas que apoyan las uniones homosexuales protestaron frente a la Corte Suprema de Justicia para exigir la definición de demandas de inconstitucionalidad que buscan legalizar dichas uniones en Panamá.
«No es un tema religioso meramente, porque hay no creyentes que aceptan esta postura desde el punto de vista psicológico y antropológico», indicaron los obispos de Panamá, al rechazar que un organismo internacional pretenda «imponer a un país la forma de entender el matrimonio». Aseguraron que defienden el matrimonio, es decir, la unión entre hombre y mujer y también pidieron no equipararla en «ninguna forma con la ‘unión igualitaria’ de personas del mismo sexo, para que no se socave la familia».