(InfoCatólica) «Soy gay, católico, casado con mi marido desde 2004 y he trabajado para la Iglesia Católica desde 1996. Mis amigos siempre me preguntan: ¿cómo es posible? Honestamente, a veces sufro trabajando para una institución que me rechaza y rechaza mi sexualidad, nuestro matrimonio», explica Rainer Teuber, empleado en el obispado de Essen.
Claudia Fockenberg, supervisora económica, tras asegurar que es lesbiana desde hace muchos años y que está casada, afirma que el tema de la moral sexual le ha mantenido ocupada durante mucho tiempo y «soy muy crítica con la Iglesia al respecto»
Fockenberg añade que espera que «la Iglesia se aleje de la terminología 'moralidad sexual' y la redefina para aceptar la sexualidad de todos los individuos. Es una necesidad fundamental y un derecho de todos».
Sabrina Kuhlmann, consejera pastoral de la diócesis, afirma que «la Iglesia lastima a aquellos que no son heterosexuales, a los que quieren vivir juntos incluso sin casarse, aquellos cuyo matrimonio fracasó y quieren intentarlo de nuevo, pero aún así, todos aquellos que no se ajustan a la norma de la Iglesia también son fieles».
El vídeo cuenta es presentado de la siguiente manera:
Un estudio sobre el abuso sexual en la Iglesia Católica (estudio MHG) señala las causas y los antecedentes en el sistema de la Iglesia que favorecen la violencia sexual y su encubrimiento. Desde septiembre de 2019, cuatro grupos se han dedicado a estas cuestiones de forma sistémica. Estos grupos han trabajado con toda coherencia para descubrir, eliminar y modificar las causas identificadas, que tanto en las estructuras como en la práctica han dado lugar a abusos y violencia. Sobre la base de las indicaciones del estudio, se han elaborado y se están elaborando recomendaciones concretas de acción para la diócesis de Essen. Uno de los cuatro grupos del proyecto se ha ocupado de la cuestión: ¿Qué debe cambiar la Iglesia Católica respecto a las identidades sexuales y la moral sexual?