(Actuall/InfoCatólica) Según las cifras del informe del Registro Citogenético Central Danés (DCCR) durante el año 2019 se registró la cifra más baja de nacimientos de niños con síndrome de Down en Dinamarca.
El Registro se lleva desde el año 1970 y en a nivel nacional con los datos de las personas que se han sometido a exámenes cromosómicos prenatales o postnatales, exámenes genéticos moleculares o exámenes bioquímicos.
Las cifras revelan que, por cada mil bebés nacidos vivos, solo el 0,29 % presentaba síndrome de Down.
El médico jefe y profesor de medicina fetal en Rigshospitalet y en la Universidad de Copenhague, Olav Bjørn Petersen dijo: «El bajo número es probablemente una expresión de una fluctuación aleatoria en números que ya son bastante pequeños. Pero debería ir seguido de un importante debate sobre el enfoque de la sociedad hacia los niños con discapacidad».
La presidenta de la Asociación Nacional de Síndrome de Down, Grete Fält-Hansen, declaró a TV2 News: «que muchos cambian al piloto automático cuando se les dice que están esperando un hijo con (síndrome de) Down. “Es demasiado abrumador y decidimos no seguir adelante”, es la reacción.
Nuestro objetivo es calificar la decisión. Las nuevas cifras exigen que la autoridad sanitaria asuma la responsabilidad y proporcione información actualizada y matizada. No podemos tener una sociedad que automáticamente recurra al aborto debido a un diagnóstico».
Dinamarca fue el primer país en implementar para todas las mujeres embarazadas, de forma gratuita, la detección prenatal del síndrome de Down en el año 2004. Esto hizo que la cifra de bebés nacido con el síndrome disminuyera drásticamente.
La Junta Nacional de Salud de Dinamarca explica que «el 95% de las mujeres embarazadas en las que se encuentra que el feto tiene una anomalía cromosómica, optan por un aborto».
La organización provida estadounidense Live Action señala que «las pruebas prenatales en sí mismas son una herramienta que puede ayudar a salvar la vida de los niños no nacidos, incluidos los que tienen síndrome de Down. El problema no se encuentra en las pruebas prenatales, sino en el hecho de que ha sido secuestrado por la industria del aborto como arma eugenésica en la cultura de la muerte.
Las personas con discapacidades tienen un valor inherente y un valor como cualquier otro ser humano en el planeta, pero cuando comenzamos a aceptar la idea de que es aceptable matar a ciertas personas basándonos únicamente en los sentimientos de otra persona sobre su valía, este tipo de resultado no sorprende y es trágico».
En este país, hasta la semana número 12 del embarazo, el aborto es libre, luego está permitido si un consejo médico considera que existe riesgo físico y mental para la salud de la madre o riesgo de enfermedad en el no nacido.
Las mujeres menores de 18 años necesitan del consentimiento paterno para realizarse un aborto.