(ACN/InfoCatólica) Después de la fuga, Maira fue a una comisaría y declaró, entre otras cosas, que fue filmada mientras la violaba el secuestrador.
La joven huyó de la casa de Nakash en la cercana Faisalabad, donde fuentes cercanas a la familia dicen que fue obligada a prostituirse. Ahora, tanto ella como su madre y tres hermanos se encuentran en fuga y paradero desconocido por miedo a las represalias. Según Maira, Nakash quiere matarla tanto a ella como a su familia: «Amenazaron con matar a toda mi familia. Mi vida estaba en juego, en manos de los secuestradores. Nakash me violó repetidamente con fuerza».
En su declaración, la niña católica también afirmó que fue forzada a la conversión, destacando que había sido engañada firmando documentos en blanco, extorsionada por el secuestrador. Agregó que los secuestradores y sus cómplices amenazaron con publicar el vÍdeo de la violación en internet si ella no cumplía con sus demandas.
Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) recibió por parte del abogado de la familia, Khalil Tahir Sandhu, una copia de las declaraciones de Maira a la policía en las que describe cómo fue secuestrada y las atroces crueldades que sufrió en cautiverio.
Por otra parte, en una entrevista a ACN, Lala Robin Daniel, una amiga de la familia de Maira, describió que están huyendo, moviéndose de un lugar a otro cada pocos días, y agregó: «Maira está traumatizada. Ella no puede hablar. Queremos llevarla al médico pero tememos que nos descubran. Todos tenemos mucho miedo, pero confiamos en Dios ».
La familia ha pedido el arresto de Nakash por delitos sexuales que involucran a una menor y su abogado, Tahir Sandhu, ha solicitado a los tribunales tanto la cancelación de su matrimonio como el reconocimiento de uso de violencia para obtener la conversión. Por su parte, el presunto secuestrador ha reaccionado solicitando el arresto de la madre de la víctima, Nighat, sus tíos y Lala Robin Daniel, alegando que habrían secuestrado a la niña y la habrían sacado de su casa.
Los hechos se producen casi tres semanas después de que el Tribunal de Lahore fallara a favor de Nakash en el caso del presunto rapto de la niña el 28 de abril, cuando él y dos cómplices armados la secuestraron a plena luz del día cerca de su casa. La familia ha impugnado sistemáticamente el supuesto matrimonio de Nakash con Maira, el abogado de Maira presentó en el tribunal un certificado oficial de nacimiento para demostrar que la niña tenía 13 años en el momento de la supuesta ceremonia que habría sido el octubre pasado. El clérigo musulmán mencionado en el certificado de matrimonio lo descartó como falso y fue a la policía para presentar una queja.
Según el último Informe sobre la libertad religiosa en el mundo, publicado por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el secuestro y la conversión forzada de mujeres de minorías religiosas, con frecuencia acompañados de violaciones y otras formas de violencia sexual, es un grave problema de transgresiones de los derechos humanos en una serie de países, especialmente en Pakistán y Egipto. Estos secuestros no siguen un patrón establecido, algunos son oportunistas mientras que otros los llevan a cabo grupos organizados. Una parte importante de ellos no está motivada por la fe religiosa exclusivamente, sino por una combinación de factores, entre ellos, en algunos casos, incentivos económicos.
Organizaciones no gubernamentales de Pakistán calculan que cada año al menos 1.000 mujeres cristianas e hindúes son secuestradas y obligadas a convertirse al islam y a casarse con su agresor. En Egipto, desaparecieron unas 550 mujeres cristianas de edades comprendidas entre los 14 y los 40 años de 2011 a 2014 y siguen secuestrando niñas periódicamente.
Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán y el Movimiento por la Solidaridad y la Paz de Pakistán los secuestros de mujeres están aumentando. Es frecuente que las autoridades digan a los padres que la niña se ha convertido y se ha casado por propia voluntad. Muchas familias ni siquiera denuncian el delito o retiran la denuncia ante las amenazas contra otros miembros de la familia.